En todo momento histórico hay una tensión entre lo viejo que no se resigna a desaparecer y lo nuevo que no se decide a triunfar. Que el hombre esté desorientado no es noticia; que tenga miedo al futuro, tampoco. Pero que tenga miedo de sí mismo porque se ve como el bárbaro que acecha en los limes de su alma, sí es novedoso. Y es una noticia preocupante porque se ha extendido la sensación de que vivimos en un posible fin de los tiempos y, sobre todo, porque ese miedo ha llegado a las escuelas.
A lo largo de esta conversación con el filósofo y maestro Gregorio Luri intentaremos responder a algunas de las angustiosas preguntas sobre los límites del mundo humano y llegar, si es posible, a un diagnóstico lúcido y desapasionado del tiempo en que vivimos.
Gregorio Luri es maestro, licenciado en pedagogía y doctor en filosofía. Es autor de numerosos ensayos, entre los cuales figuran La escuela no es un parque de atracciones, Elogio de las familias sensatamente imperfectas y La imaginación conservadora. Es Premio de Ensayo Juan Gil-Albert, Premi IDEES d’Assaig Breu y ha sido condecorado con la Cruz de Carlos III el Noble de Navarra.