La descorrelación es la base de cualquier cartera diversificada. La diversificación consiste en incluir en la cartera diferentes tipos de inversiones que guardan poca relación entre sí. ¿Qué concepto nos ayuda a medir la relación entre dos inversiones? La correlación. Por ello, es muy importante que profundicemos en detalle en el concepto de diversificación y en el de correlación, ya que serán las variables que nos permitan diversificar nuestra cartera.
Comprar 3.000 acciones en vez de 30 no es diversificar. La diversificación real se consigue cuando se componen carteras con activos poco relacionados entre sí, sin que influya tanto el número de activos. Por ejemplo, todas las acciones tienen una elevada correlación entre sí, por lo que no tendrás una cartera verdaderamente diversificada, aunque inviertas en miles de acciones diferentes.
Muchas estrategias de diversificación fallan en los siguientes aspectos:
- Asumen demasiado riesgo en una única tipología de activo. Ejemplo: invertir solo en acciones de diferentes sectores o países, sin incluir otras clases de activos (bonos, materias primas).
- Invierten en diferentes activos que están expuestos al mismo perfil de riesgo. Ejemplo: acciones y bonos corporativos de alto rendimiento1 tienen un perfil muy similar de riesgo (1).
- Parten de asunciones falsas sobre la descorrelación.
- No mantienen posición de liquidez.
Con una cartera formada por activos descorrelacionados, donde uno o varios de ellos lo hacen bien en cualquier etapa, estarás realmente diversificado. En el siguiente apartado haremos un estudio del comportamiento de diferentes activos desde una perspectiva cuantitativa.
Entendiendo la diversificación
La teoría de carteras eficientes de Markowitz (2) tiene muchos puntos con los que no coincido. Aun así, reconozco que supuso un antes y un después a la hora de construir carteras realmente diversificadas. Las bases de Markowitz suponen los pilares de las carteras robustas modernas (Asset Allocation moderno). Por lo tanto, podemos encontrar puntos que son muy útiles de cara a construir una cartera realmente diversificada.
A continuación, vas a ver una serie de ejemplos que pueden resultar confusos a priori. Es fundamental que te detengas al máximo en esta parte hasta que consigas entenderla en profundidad, ya que es el pilar base de una cartera diversificada y, en consecuencia, de una cartera conservadora. Para hacer el ejercicio que te muestro a continuación, tomamos los activos con los pesos indicados en el gráfico inferior y los reequilibramos a los pesos iniciales el 1 de enero de cada año. El reequilibrio o rebalanceo ayuda a potenciar el efecto diversificación de nuestra cartera.
Vamos a por ello con varios ejemplos.
Rentabilidad y riesgo en diferentes combinaciones de bonos/acciones de EE. UU. (1973-2020)
Nota: reequilibrado anual el 1 de enero.
En este gráfico tenemos el S&P500 (índice de la bolsa americana) y el bono de largo plazo americano, con las siguientes características:
1973-2020 |
90/10 |
S&P500 |
Bonos |
Rentabilidad anualizada |
7,9% |
10,4% |
7,1% |
Volatilidad |
6,4% |
17,9% |
6,7% |
Máxima perdida |
-6% |
-55% |
-6,4% |
Sharpe |
1,24 |
0,58 |
1,06 |
Nota: 90/10 es una cartera compuesta en un 90% por bonos americanos y el 10% por bolsa americana.
La cartera más eficiente es la que consigue la máxima rentabilidad con la menor volatilidad (medida con la desviación estándar). O, dicho de otra forma, es la cartera que maximiza la rentabilidad para un nivel dado de volatilidad, o que minimiza la volatilidad para un nivel dado de rentabilidad.
Dado que no hay una sola cartera que a la vez proporcione la mayor rentabilidad y que soporte la menor volatilidad, podemos escoger entre varias carteras que cumplen con estos criterios, es decir, que proporcionan la mayor rentabilidad para cualquier nivel de volatilidad que escojamos, o que minimizan la volatilidad para cualquier nivel de rentabilidad que escojamos; no podemos decir que una de estas carteras es mejor que otra basándonos sólo en la rentabilidad y la volatilidad. A este conjunto de carteras se las conoce como frontera eficiente (son las que están señaladas abajo).
Si lo que queremos es minimizar la volatilidad, la cartera eficiente vendría indicada por el punto más a la izquierda en el gráfico. En este caso (es un ejercicio teórico, en la práctica el resultado sería diferente), resultaría en una composición con pesos de 90% bonos y 10% Bolsa.
Las conclusiones de este ejercicio teórico son muy interesantes. La cartera eficiente con menor volatilidad (90% bonos/10% renta variable) tiene las siguientes características:
- Volatilidad: 6,4%; menor que cualquiera de los dos activos (bonos y acciones).
- Rentabilidad: 7,9%; superior a la rentabilidad de los bonos.
- Máxima pérdida latente (drawdown): 6%; inferior a cualquiera de ambos activos por separado.
¿Cómo puede ser que la rentabilidad sea prácticamente la del S&P500 con una volatilidad y máxima perdida menor a la de ambos activos? DIVERSIFICACIÓN. Esta es la clave y el porqué del excelente funcionamiento de las carteras diversificadas en el largo plazo. La baja correlación entre los activos y el reequilibrio de posiciones son la clave. En los siguientes ejemplos veremos no solo el efecto de la diversificación, sino también el efecto del reequilibrio de posiciones. Sigamos con el ejemplo, en este caso combinando la renta variable (representada por el índice S&P500) con el oro y con activos inmobiliarios (REITs) (4). Las métricas históricas para cada activo son las siguientes:
En el caso de una cartera compuesta al 70% por el S&P500 y al 30% por REITs, obtendríamos estos resultados. De nuevo parece magia, obtenemos un retorno superior al del S&P500 con una volatilidad y un drawdown inferior. Un buen ejercicio teórico para ver las posibilidades tan potentes que ofrece la diversificación por medio de la descorrelación y el reequilibrio de activos. El Ratio de Sharpe (5) en todos los casos también es un aspecto muy destacable.
Por último, veamos el comportamiento del oro en una cartera 60% S&P500 40% oro.
En este caso, el efecto es también impresionante debido a la baja correlación entre el oro y la renta variable. Esta es la premisa clave: cuanto menor sea la correlación, más impresionante es el impacto en las métricas al combinar ambos activos.
Habiendo visto esto la pregunta es, ¿por qué no coger los pesos ideales que nos dice la teoría de Markowitz e invertir en base a esto? No funciona así. Las correlaciones son dinámicas, van variando, por lo que los resultados a futuro pueden no tener nada que ver con los resultados del pasado. También el rebalanceo puede tener cierto efecto “suerte” al realizarse el 1 de enero. Si reequilibramos la cartera el 1 de junio, por ejemplo, los resultados podrían variar. Por ello, es importante entender que esto es un ejercicio teórico que muestra el poder de la correlación y el reequilibrio en carteras diversificadas, es decir, nos ayuda a entender que es recomendable utilizar ambas.
Por eso también es muy importante no tomar nunca los pesos más eficientes según el ejercicio cuantitativo. La clave aquí será combinar la macroeconomía con los ejercicios cuantitativos de este tipo, obteniendo unos pesos coherentes con el perfil de riesgo que buscamos. Haciendo este ejercicio, puedes llegar a unos pesos razonables para combinar tu cartera con activos poco correlacionados, consiguiendo de esta forma una cartera más equilibrada.
Notas:
(1) Los bonos de alto rendimiento o high yield, también conocidos como “bonos basura”, son lo que emiten empresas con un rating bajo (por debajo de BBB).
(2) La teoría de carteras eficientes de Markowitz es un planteamiento cuyo objetivo consiste en encontrar la cartera de inversión óptima en términos de rentabilidad y riesgo (máxima rentabilidad para un nivel de volatilidad dado, o menor volatilidad para un nivel de rentabilidad dado), realizando una adecuada selección de los activos que componen dicha cartera, y de sus pesos relativos dentro de la misma (Asset Allocation).
(3) Mediante el reequilibrado o rebalanceo, se vuelve a asignar un peso a los activos similar al original, para lo cual se venderá parte de los activos que más han subido para incrementar posición en los activos que más han bajado.
(4) Los REITs (Real Estate Investment Trusts) son compañías cotizadas cuyo propósito es, fundamentalmente, adquirir activos inmobiliarios para explotarlos en alquiler y cobrar rentas. Suelen tener beneficios fiscales frente a otro tipo de empresas. En España se las conoce como SOCIMI.
(5) El ratio de Sharpe es la rentabilidad obtenida por unidad de riesgo. Es decir, rentabilidad dividido por volatilidad.
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