Si uno se plantea el objetivo de ahorrar más, tiene dos vías: aumentar los ingresos o reducir los gastos.

En este artículo me centraré en el control de gastos, primer paso para poder reducirlos; porque si no sabes de verdad en qué te gastas el dinero, difícil será que reduzcas los gastos de una forma consciente.

El objetivo es saber en qué nos hemos gastado el dinero, y no solo cuánto. Sabiendo las categorías de gastos (ropa, transporte, etc.) podremos identificar donde podemos ahorrar algo, siempre sin amargarnos ni convertirnos en unos cenaoscuras.

Para los que están habituados al pago con tarjeta para absolutamente todo, existen agregadores en forma de app o de los propios bancos que permiten contabilizar y categorizar los gastos. No son perfectos, pero ayudan mucho si, como digo, pagas hasta las propinas y el pan con tu tarjeta.

Sin embargo, hay una generación, y también un sector de público general, que prefiere parte de los pagos en efectivo. En ese caso se necesita un sistema casero para que no se te escapen esos gastos, y ello es el núcleo de este artículo. Es lo que llamo un control artesanal de los gastos en metálico.

Por un lado, puedes sumar el dinero que has recibido en metálico, que en la mayor parte de los casos será lo que has retirado del cajero; pero en no pocos trabajos, en especial los más cortos y en el ámbito rural, puede ser tu sueldo. También si en tu trabajo se reciben propinas.

Por otro lado, podrás ver lo que te queda en mano de ese dinero al final de mes.

Si restas ambos, tendrás el total gastado (en efectivo, claro). Lo que queremos es saber es en qué te lo has gastado, y eso ya te digo que no es fácil, más bien imposible de recordar, salvo que… guardes los recibos, que es lo que tendrás que hacer a partir de ahora.

Lo de quedarse con los recibos es costumbre en las compras importantes, como al comprar un teléfono móvil, o al llenar el carro de supermercado; pero aquí hablamos de todos los recibos. Y si no tienes el recibo, te lo haces tú. Tan sencillo como tener un lugar donde apuntarlo: un bloc en la mesa de la cocina, unos post-it, etc.

 

Los gastos del día a día… 

No importa cómo los registres, pero sí que debes acordarte de apuntarlos todos.

En cuanto a las categorías de gastos, no queremos complicarnos en exceso, y deberá resultar muy simple, porque si no lo es, dejaremos de hacerlo; y al final no anotaremos ese gasto, o peor aún, nos inventaremos los gastos haciendo uso de nuestra memoria para cuadrar el total de gastos, y eso te aseguro que será totalmente inexacto.

Pon la descripción más sencilla y corta que te valga para poder identificar el gasto.

Te aseguro que, cuando tengas el hábito, te será inmediato.

Esta es mi propuesta de categorías de gastos: 

Vivienda

• Alquiler o hipoteca, más suministros.
• Limpieza y consumibles.
• Mantenimiento/decoración/etc.

 

Manutención

• Comidas (restaurantes/bares/etc.).
• Comidas de trabajo (separados si eres autónomo).
• Alimentación en casa (supermercado/tiendas/etc.).
• Bebidas alcohólicas en casa (supermercado /tiendas/etc.).
• Otras (cañas/tapeo/cafés/etc.).

 

Salud

• Dentista/Médicos/Fisioterapeuta/etc.
• Higiene
• Farmacia/Parafarmacia/Herbolario/etc.
• Seguro de salud (si tienes uno privado)

 

Transporte

• Seguro/Impuestos/ITV/etc.
• Cuotas de préstamos/leasing, y en caso de compra utiliza la amortización (ver nota).
• Combustible/peajes.
• Mantenimiento/averías/etc.
• Transporte público o colectivo (Blablacar/bus/metro/etc.).

 

Comunicaciones y papelería

• Móvil/Internet/etc.
• Software/hardware/ordenador.
• Papelería/Tóner/etc.
• Correos/Mensajeros/etc.

 

Personal

• Ropa
• Regalos
• Peluquería/cuidado personal/etc.
• Seguros/colegios profesionales/etc.
• Formación
• Otros

 

Deporte

• Equipamiento
• Inscripciones/club/federación/etc.

 

Vacaciones

• Transporte (vuelos/etc.).
• Alojamiento
• Resto viajes.

 

Entretenimiento y cultura

• Apps e Internet.
• Teatro/cine/etc.
• Libros/etc.
• Suscripciones/revistas/etc.

 

Gastos financieros

• Comisiones/etc.
• Donativos/filantropía/etc.

 

Otros

• Ajustes/cajón desastre/inclasificables.
• Gastos no identificados (diferencia entre lo gastado y lo sacado del cajero. Idealmente cero).

 

Nota: En mi caso tengo automóvil en propiedad y pagado al contado; y su importe de compra, al ser un pago puntual, lo convierto a mensual con una amortización lineal del 10 %: divido el precio de compra entre 120 (los meses de 10 años al ser el 10 % anual). Un coche de 9.000 euros, serían 75 euros mensuales (9.000 / 120). Este sistema de imputación del coste es una aproximación bastante precisa, pero si eres de llevar el control estricto, cuando vendas el coche podrás hacer un ajuste puntual el mes que lo vendas (Ajuste = Precio de compra – Precio venta – Total amortizado), siendo el ajuste negativo (gasto) si esa suma es mayor que cero.

Las categorías de gastos propuestas son válidas de forma individual o para familias. Para estas últimas sí se recomienda «duplicar» algunas categorías («Formación» de los hijos y la propia), pero la mayoría de las categorías es única para la unidad familiar (manutención, etc.).

Puedes usar mi propuesta adaptándolas a tu necesidad o empezar copiando las categorías de gastos que utiliza el Instituto Nacional de Estadística (INE) para calcular el IPC. No llegan al mismo detalle, pero para empezar podrá serte más fácil.

 

Grupo / Sectores / Ponderaciones (%)

1            Alimentación y bebidas no alcohólicas            19,6

2            Bebidas alcohólicas y tabaco                              4,0

3            Vestido y calzado                                                     3,9

4            Vivienda                                                                       12,7

5            Menaje                                                                          5,8

6            Medicina                                                                       6,0

7            Transporte                                                                   13,8

8            Comunicaciones                                                       3,2

9            Ocio y cultura                                                             7,9

10          Enseñanza                                                                  2,0

11          Hoteles, cafés y restaurantes                              13,2

12          Otros                                                                              7,9

 

He dejado las ponderaciones del IPC (dato de 2023) por si quieres tenerlas como referencia y compararlas con los porcentajes de tus gastos cuando los tengas calculados.

Por supuesto que tu lista de categorías puede ir con más detalle, como separar productos frescos de alimentos precocinados, pero no debes llegar a un nivel de detalle excesivo, y solo separar los que tú quieras controlar de forma especial.

Por experiencia, propia y de amigos que han usado este sistema, verás al final de mes la cantidad de recibos, y sobre todo, de post-its o anotaciones que se acumulan, sin haber sido consciente hasta ahora de todos esos pequeños gastos. Son los que algunos llaman gastos hormiga. 

Así que, a partir de ahora, compra realizada, compra que tendrá su importe escrito. ¿Y por cuánto tiempo lo hago? Mi recomendación es guardarlos por un mínimo de dos meses; y que sean de periodos de trabajo, no en meses de vacaciones donde el patrón de gasto es diferente.

Actúa de la siguiente forma:

A partir de hoy, guarda los recibos o escribe los post-its.

Al final de esos dos meses, suma el importe de esos recibos y asígnalos a tus categorías para calcular el porcentaje de gasto que va a cada categoría. Si, por ejemplo, tu gasto en esos dos meses en metálico ha sido de 2.400 euros, es decir, 1.200 euros mensuales; y ves que has sumado 400 euros en alimentación, es decir, 200 euros mensuales; esto será el 16,67 % (200 / 1.200 x 100), que redondearemos a 17 %. Haz este cálculo de porcentajes para todas las categorías, de modo que la suma de porcentajes sea 100.

Nota: Si no suman 100 tendrás una categoría de «gastos no identificados», y si esta categoría es mayor del 5 %, lo siento, pero tendrás que repetir el proceso otros dos meses más.

Ahora, mira todo el dinero en metálico gastado en los pasados doce meses. Es fácil porque sabes el total sin más que sumar lo que has sacado del cajero (el banco te lo puede filtrar automáticamente) o sumar los ingresos que has recibido en metálico por tus trabajos. Así ya tendrás el gasto total anual, y lo divides entre doce para saber tu gasto mensual medio en metálico.

A ese gasto mensual aplícale los porcentajes de cada categoría que calculaste en los dos meses que estuviste guardando todos los recibos. En nuestro ejemplo, si fuera el caso que hemos sacado 10.500 euros del cajero en el último año, serán 875 euros mensuales. Como en los dos meses habíamos calculado que la alimentación es un 17 % del gasto, aplicaremos ese porcentaje a los 875 euros y obtendremos unos 150 euros mensuales (875 x 17 / 100 = 148,75) en alimentación. Así lo haces con el resto de las categorías.

A este gasto en metálico tendrás que sumarle los que has pagado por banco o con tarjeta. Imprime un extracto de los últimos doce meses, tanto de la cuenta como de la tarjeta de crédito, y suma todos los gastos de cada categoría. Es tedioso, pero necesario, en especial si hay gastos puntuales, no mensuales, como el seguro del coche o un viaje. El total lo divides entre los doce meses y tendrás tu gasto mensual por banco.

Obtén tu gasto total mensual de cada categoría sumando el gasto en metálico y el gasto por banco.

Así que a estas alturas ya tienes:

• Tu gasto total mensual.
• El gasto mensual en cada una de las categorías.

 

Ahora te recomiendo que en un papel o en tu hoja de cálculo escribas esa lista y la ordenes por categoría de gastos, y en cada una le pongas el importe mensual. Intenta que esté todo en una sola hoja para así poderla ver de un vistazo.

Ya sabes cuánto te gastas y en qué se va el dinero, y estarás en una mejor posición de reducir algunos de ellos.

El ahorro de gastos es importante para todos, pero imprescindible para aquellos que «desahorran», es decir, que sus gastos son mayores que sus ingresos. Es la situación del 28 % de los españoles según el Banco de España (*), una cifra muy preocupante porque conlleva probables situaciones complicadas que limitarán las opciones vitales que se nos presenten, y en no pocos casos se acumulan deudas que se arrastran de por vida.

Para los que ya ahorran de forma natural, este sistema les servirá especialmente para tomar conciencia en qué se gastan el dinero, y valorar si algunos gastos realmente les aportan confort o felicidad.

 

(*) https://clientebancario.bde.es/pcb/es/blog/Ahorro_y_desaho_609326901af5461.html

Foto de Towfiqu barbhuiya