Este libro trata sobre dos misterios: ¿por qué nos ha ido tan bien?; ¿por qué estamos echándolo todo a perder? Se trata de intentar responder a ambas preguntas reexaminando las bases sobre las que se levantó nuestro desarrollo.
Su argumento central es que la civilización occidental, con sus valores, su razón y su ciencia, se construyó sobre bases muy sólidas que, lamentablemente, hemos olvidado, dando pie al desplome progresivo de lo mejor de nuestra civilización.
No vivimos en un mundo perfecto, pero sí vivimos en el mejor mundo que hemos conocido. Sin embargo, estamos en un proceso de abandono de los valores judeocristianos y de la ley natural griega, que poco a poco quedan reemplazados por la subjetividad moral y el predominio de las pasiones. El hombre no puede vivir sólo por indicadores de calidad de vida. El progreso material humano en ausencia de realización espiritual no es suficiente. La vida del ser humano necesita significado.
Resumen