Ahorro e inversión
Básico

​​Sí, se puede ahorrar gastando dinero​

Hace poco vi una charla en Value School sobre el libro Las trampas del dinero, de Dan Ariely y Jeff Kreisler que me gustaría recomendaros. En ella, mis estimados Domingo Soriano y Marcos Álvarez explicaban cómo nos duele gastar el dinero y lo difícil que es en ocasiones ver que hay gastos que en realidad suponen un ahorro.

Uno de los mejores ejemplos lo ponía Marcos. De forma muy resumida, un hermano quedó con otro para ayudarle a montar muebles, pero justo ese día le surgió una guardia en su trabajo. ¿Su solución? Contratar un carpintero para que les ayudase y así todos ganaron: su hermano y él porque terminaron antes, el carpintero porque tuvo trabajo y la familia porque con el resto del dinero de la guardia laboral les invitó a cenar. ¿Fue un gasto? Sí, pero mucho más una ganancia para todos.

Ese ejemplo y la charla entera (te la recomiendo) me dieron la idea para este artículo. Porque si algo tengo claro es que da igual el nivel de patrimonio que tengas, a todo el mundo le cuesta gastar dinero o, como decían en el vídeo, cambiar un bien líquido que no pierde el valor con el tiempo, como es el dinero, por otro material (o no), que después te puedes arrepentir de haber comprado y cuyo valor puede bajar.

Por eso evitamos ciertos gastos, sobre todo aquellos que consideramos prescindibles y preferimos ahorrar ese dinero.

¿Y si te dijese que hay ciertos gastos con los que puedes ahorrar mucho dinero? Quizás el primer ejemplo que te venga a la cabeza sea comprar un producto de calidad frene a otro de marca blanca o que es el más barato de mercado. Pues no me refiero a ellos (y si te interesa cuándo comprar uno u otro, en este artículo de Preahoro tienes la respuesta).

Me estoy refiriendo a los seguros en general y a los seguros de responsabilidad civil en particular. Un seguro te protege frente a la posibilidad de sufrir algún tipo de siniestro o problema en el futuro. Ese es su objetivo y ahí radica su «ahorro».

Para que lo entiendas mejor, piensa en el seguro por excelencia en España: el de coche. El seguro de coche obligatorio cubre tu responsabilidad civil ante terceros. En otras palabras, se encarga de pagar por ti los daños que puedas ocasionar a otra persona en un accidente de tráfico. Así de simple.

A cambio, lógicamente, hay que pagar una prima, que es el coste de derivar tus obligaciones y responsabilidad a la aseguradora. Ese es el trato: tú pagas todos los meses o años, aunque no hagas uso de la póliza, y en contrapartida obtienes la tranquilidad de que no tendrás que hacer frente al pago de la indemnización.

Ese es el trato y es algo que ni nos planteamos con el seguro de coche. ¿Quieres saber por qué? Porque es obligatorio, pero hasta los años 70 no lo era. ¿Sabes por qué se hizo obligatorio? Porque mucha gente no tenía dinero para pagar los destrozos que causaba.

En consecuencia, terminaban arruinados ellos y la parte perjudicada. Con el seguro de coche obligatorio se solucionan ambos problemas.

A eso me refiero con ahorrar gastando dinero.

Qué seguros te ayudan a ahorrar (aunque sean un gasto)

Aclarado el concepto principal, lo interesante ahora es saber qué pólizas pueden tener un efecto similar. En otras palabras, en qué casos puede ser recomendable tener un seguro para no arruinarte. Estos son algunos ejemplos:

Seguro de hogar. Si tienes una vivienda, te protege frente a los destrozos que puedas hacer a tu vecino. Si sale una humedad en tu baño, puedes arreglarla o no, pero si la causas en el del vecino, estás obligado a hacerlo. Y esto aplica tanto a la vivienda en propiedad como en alquiler. Como inquilino, la responsabilidad civil te protegerá ante daños que ocasiones por negligencia, por ejemplo.

Seguro de RC general (sobre todo si tienes hijos). Este tipo de seguros se suelen incluir en otras pólizas. Te cubren por los daños que puedas ocasionar a terceras personas en cualquier circunstancia. Por ejemplo, tropiezas y rompes el móvil de una persona o si tu hijo rompe una ventana jugando al fútbol. Es muy habitual dejar estas coberturas a cargo de la responsabilidad civil familiar fuera de casa que incluye el seguro de hogar.

Seguro de viajes. Un buen seguro de viajes incluirá dos cosas: la responsabilidad civil por lo que pueda pasar y los gastos médicos. Es imprescindible si viajas fuera de la Unión Europea. Una mala caída o una enfermedad en el país incorrecto pueden arruinarte.

Seguro de vida. Por último, con un seguro de vida puedes ahorrarte muchos gastos y preocupaciones si incluyes la cobertura por invalidez. Tendemos a pensar en esta póliza como una forma de proteger a la familia si fallecemos y así es, pero con la cobertura de invalidez también te proteges a ti si te pasa algo que te impide trabajar.

¿Y el seguro de decesos? Podrías verlo como un ahorro de los gastos futuros de sepelio, pero su verdadero valor no está en la indemnización. De hecho, un seguro de vida puede cubrir también ese dispendio. Su valor está en el servicio y el ahorro de preocupaciones. Y es que este tipo de pólizas se encargan de todos los trámites al fallecimiento, de forma que tus familiares no tengan que hacer nada.

Así es como un seguro puede ayudarte a ahorrar dinero y quebraderos de cabeza, aunque en nuestra cabeza lo sigamos viendo como un gasto.

 

Foto de eric anada

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