Tipos de fondos de inversión pasiva. Gestión pasiva vs. Gestión activa.
Los fondos de inversión son un tipo de IIC (instituciones de inversión colectiva). Consisten en un patrimonio proveniente de las aportaciones de varios inversores (habitualmente cientos o miles), denominados partícipes. Una entidad denominada gestora se encarga de definir la estrategia de inversión de este patrimonio (que permanece, en todo momento, propiedad de los partícipes, y se encuentra depositado en una entidad, diferente de la gestora, llamada depositaria). La gestora invierte de forma conjunta todas las aportaciones en diferentes activos financieros (habitualmente renta fija, renta variable, derivados o cualquier combinación de estos) siguiendo unas estrategia de gestión previa que a grandes rasgos puede definirse como pasiva o activa.
En una gestión pasiva el gestor tiene como objetivo “comprar y no tocar” (buy & hold). En cambio, en gestión activa el gestor, utilizando gran cantidad de información y sus habilidades de análisis, intenta superar el rendimiento obtenido por un índice de referencia.
Simplificando, hay dos grandes tipos de gestión pasiva: los fondos índice o indexados y los Exchange Traded Funds (ETFs) estando la diferencia en cómo se instrumentaliza la propiedad de las acciones.
Fondos índice o indexados.
Un fondo índice intenta replicar, en gran parte, la composición de un índice ya existente basado en criterios como el tamaño de las compañías, el sector, el país etc. Son fondos tradicionales, es decir, diseñados por un gestor cuyos valores son propiedad del partícipe, y donde no suele haber compraventa más allá que las resultantes de equilibrar nuevas subscripciones o cambios en el criterio inversor.
Una característica son las bajas comisiones de gestión, pues no requieren de gestores especializados. Estas comisiones rondan aproximadamente el 1% anual del patrimonio invertido.
En cuanto a la fiscalidad, los fondos indexados cuentan con los privilegios de los fondos de inversión. Esta ventaja fiscal se materializa en que las eventuales plusvalías de haber traspaso entre fondos están exentas de tributar a Hacienda, lo que permite al inversor diferir el pago de impuestos por éstas rentabilidades.
Exchange Traded Funds (ETF).
Los “Exchange Traded Funds” más conocidos como ETFs, también tienen como objetivo replicar un índice de referencia. La principal diferencia con los fondos indexados es que los ETFs se estructuran como sociedades que cotizan en un mercado de valores. Los inversores no son partícipes de un fondo sino accionistas de una sociedad cotizada, cuyas acciones se pueden comprar y vender con facilidad durante las horas en las que el mercado está operativo.
Aunque hoy en día se pueden encontrar, según Vanguard, más de 1,900 tipos de ETFs, en torno al 99% de los inversores optan por ETFs basados en índices tradicionales como el S&P500 o, en el caso de España, el IBEX35.
Las comisiones de gestión, son más bajas aún que las de los fondos pasivos y se encuentran en torno al 0.5% anual del patrimonio invertido. La compra-venta de un ETF se hace a través de un bróker que cobra una comisión por realizar dicha operación.
Con respecto a la tributación, los ETFs se comportan como cualquier otra acción ya que en caso de obtención de plusvalías por venta el partícipe tendrá que pagar en ese ejercicio los impuestos correspondientes (actualmente un 19% para cantidades inferiores a 6.000 euros, un 21% desde 6.000 hasta 50.000 euros y un 23% a partir de esa cifra 50.000 euros).
Por lo tanto, comparado con los fondos indexados, los ETFs ofrecen una mayor variedad de opciones, unas comisiones de gestión más bajas (si bien no hay que olvidar la mencionada comisión del bróker) y una fiscalidad menos favorable.
Gestión Pasiva vs. Gestión Activa
Tradicionalmente los inversores en fondos de inversión han preferido la gestión activa. En los últimos años y debido principalmente a los pobres resultados obtenidos por los muchos gestores activos esta tendencia ha ido cambiando. En el periodo de 15 años entre 2001-16 solo 29 fondos de los 632 superaron la rentabilidad del IBEX35 (Pablo Fernández et al. 2017). Si además se tienen en cuenta las comisiones de gestión más elevadas de los fondos activos (alrededor del 2.5% anual), se entiende bien el cambio de tendencia.
Fuente: Rentabilidad de los Fondos de Inversión en España 2001-2016. Pablo Fernández et al. 2017
En resumen: debido a sus comisiones más bajas y a tener una rentabilidad agregada más elevada (rentabilidad media anual del IBEX35 los últimos 20 años en torno a 5,24%) los fondos de gestión pasiva representan una inversión muy atractiva para cierto tipo de inversores. Por otra parte, y como se puede observar en el gráfico anterior, hay excepciones en las cuales un gestor activo demostró consistencia en sus habilidades de gestión consiguiendo batir al mercado y a los resultados de gestión pasiva de manera continuada durante un periodo razonable de tiempo: en estos casos, donde es evidente una competencia consistente en la gestión activa, puede ser preferible pagar comisiones más elevadas a cambio de una mayor rentabilidad.
Fuente: Rentabilidad de los Fondos de Inversión en España 2001-2016. Pablo Fernández et al. 2017En resumen: debido a sus comisiones más bajas y a tener una rentabilidad agregada más elevada (rentabilidad media anual del IBEX35 los últimos 20 años en torno a 5,24%) los fondos de gestión pasiva representan una inversión muy atractiva para cierto tipo de inversores. Por otra parte, y como se puede observar en el gráfico anterior, hay excepciones en las cuales un gestor activo demostró consistencia en sus habilidades de gestión consiguiendo batir al mercado y a los resultados de gestión pasiva de manera continuada durante un periodo razonable de tiempo: en estos casos, donde es evidente una competencia consistente en la gestión activa, puede ser preferible pagar comisiones más elevadas a cambio de una mayor rentabilidad. Referencias Rentabilidad de los Fondos de Inversión en España 2001-2016. Pablo Fernández et al. 2017