El mundo actual está viviendo muchos cambios y no sabemos qué nos deparará el futuro, por lo que creo que es más necesario que nunca tener una planificación financiera, reinventarnos como profesionales y tener un plan B, por si vienen mal dadas.
Mucha gente no quiere ni oír hablar de dinero y acaba convirtiéndolo en un tema tabú. Si les dices que ahorras, haces un presupuesto o piensas en tu jubilación, te miran como un bicho raro.
Sin embargo, es muy necesario aspirar a alcanzar la tranquilidad económica, es decir, poder disfrutar el presente con la tranquilidad que da saber que tu futuro está cubierto. Y en ese camino, hacer una planificación financiera te ayuda a tener un mayor control sobre tu economía familiar.
Hacer una planificación financiera consiste en estimar a futuro cuáles van a ser nuestros ingresos, cuál va a ser nuestra capacidad de ahorro, cuáles nuestros gastos para tener una fotografía de cómo van a ser nuestras finanzas del futuro.
El objetivo fundamental de la planificación financiera es la elaboración de una hoja de ruta hacia los objetivos económicos planteados. Aunque es algo que consideramos fundamental, la realidad es bien distinta, y dedicamos más tiempo a planificar un viaje de un fin de semana o unas vacaciones (restaurantes, hoteles…) que a planificar nuestro futuro o a preguntarnos qué dinero queremos tener ahorrado o invertido dentro de diez años y para qué.
Puedes pensar que todo esto está muy bien, pero que tú eres más de vivir el presente y no complicarte pensando en el futuro. En un intento de convencerte, te diré que si no te has preocupado de planificar tu vida económica, en el futuro puedes no tener dinero suficiente para pagar los estudios de los hijos, no disponer de dinero suficiente para la jubilación, permanecer en la carrera de la rata, no acceder a formación de calidad…
Por el contrario, con una buena planificación financiera podrás anticiparte a las decisiones futuras, conseguir aquello que quieres en cada etapa de tu vida o proteger tu dinero y hacerlo crecer mediante la inversión.
Pasos para una buena planificación financiera
A través de la planificación financiera establecemos las acciones necesarias para conseguir nuestro objetivo. A continuación, te indico los pasos para hacer una correcta planificación financiera.
- Analiza tu situación financiera actual
Para saber adónde queremos llegar, primero debemos saber dónde estamos. Establece tu punto de partida y planifica adónde quieres ir. Para conocer la realidad de nuestra situación económica utilizaremos herramientas como el patrimonio neto, el flujo de caja para conocer nuestra capacidad de ahorro o el nivel de deuda.
- Establecer objetivos SMART
Los objetivos deben cumplir una serie de reglas para que sean considerados inteligentes y eficaces: específicos, medibles, alcanzables, relevantes y acotados en el tiempo.
- Estudiar qué opciones tienes para conseguir los objetivos
Céntrate primero en un objetivo y busca las diferentes opciones que te pueden llevar a conseguirlo. Tómate el tiempo que necesites para no dejar fuera de tu lista posibles opciones o caminos interesantes.
Busca TODAS las opciones, porque cuantas más identifiques, más posibilidades tienes de encontrar la que se ajuste perfectamente a ti. Estudia cada una de estas opciones para ver cuál eliges o cuál se adapta mejor a tu modo de vida. Analiza puntos fuertes y débiles, ventajas y desventajas de cada una de ellas, qué riesgos, si los hay, supone o qué cambios debes realizar. Preguntas como éstas, pueden ayudarte a tomar la decisión:
¿Cómo puedo conseguir esta opción?
¿Podría compatibilizarlo con mi modo de vida?
¿Coincide con mis valores?
- Diseña el plan y define las acciones
Debes definir las acciones concretas para llegar a tu objetivo porque lo que decidas tendrá un impacto en tu día a día.
- Acción y mejora continua
Una vez evaluadas las opciones y elegido el camino, toca ponerse manos a la obra. Mucha gente se pierde en la conocida «parálisis por análisis» y no pasa a la acción. Es importante estar motivado y continuar con tu plan hasta que llegues a tu objetivo.
Un buen plan debe tener un seguimiento. Revisa cada mes si tu plan está surtiendo efecto y te acerca cada vez más a lo que quieres. Si no lo estás consiguiendo, revisa y analiza para ver qué puedes cambiar. Mejor detectarlo cuanto antes; si no, puede llegar un punto en el que cambiar de plan pueda tener consecuencias negativas.
Analiza qué puedes mejorar. Recuerda que la planificación financiera es algo vivo y los objetivos pueden ir cambiando a lo largo de tu vida.
- Inversión
En cualquier planificación financiera debe considerarse la inversión como camino y factor crucial para conseguir nuestros objetivos. El ahorro es necesario a lo largo de nuestra vida para construir cada etapa, pero el ahorro por sí solo no es suficiente. Lo que realmente marca la diferencia es invertir.
Comienza cuanto antes. Empieza con poco dinero, aprende cómo funciona el mercado, dónde invertir, cuál es tu aversión al riesgo, de modo que cuando llegue el momento de tener unos ahorros más elevados sepas cómo invertir tu dinero y cuál es tu estrategia de inversión.
Por último, define tu estrategia de inversión teniendo en cuenta tres factores: el tiempo (tu horizonte de inversión), la rentabilidad que esperas recibir, y el riesgo que estás dispuesto a asumir.
La planificación familiar es un trabajo a largo plazo que te permitirá alcanzar tus metas financieras. Durante este camino enfócate también en desarrollar habilidades para convertirte en un profesional cada vez más completo y consolidar tu «curriculum B».
«La planificación a largo plazo no es pensar en decisiones futuras, sino en el futuro de las decisiones presentes».
Peter Drucker
Foto de Gladson Xavier