Identifica tus gastos e ingresos, recorta y ahorra. Con unas u otras palabras ese es, en esencia, el camino que marcan la mayoría de gurús y libros de finanzas para tomar el control de tu economía y ahorrar.
Y es un buen camino, pero no necesariamente el más sencillo ni el más fácil de ejecutar para empezar a ahorrar. De hecho, ni siquiera es el más directo. ¿Quieres saber por qué? Solo piensa en cómo te sientes cuando te planteas hacer un presupuesto o recortar tus gastos.
Un presupuesto es una gran herramienta que te permitirá saber cómo, cuándo y en qué gastas tu dinero. Puede aportarte una enorme claridad sobre tus flujos de caja, ayudarte a detectar gastos recurrentes que ya no utilizas o a consumir de forma más consciente.
Sin embargo, tienen un gran inconveniente: no es para todo el mundo porque requiere un enorme esfuerzo de voluntad hacerlo y, sobre todo, mantenerlo. Muchos de los alumnos que llegan a Preahorro.com han probado a tener un presupuesto y lo han terminado abandonando.
Algo similar ocurre con recortar tus gastos, algo que está íntimamente ligado al presupuesto. Por eso mismo lo uno va después de lo otro. Primero, identificas en qué gastas el dinero y, después, recortas los gastos que no te interesan. ¡Tiene todo el sentido!
¿Por qué no funciona? Por dos motivos. El primero, porque estás incluyendo una tarea desagradable, como prescindir de algo, antes de lo más importante: ahorrar. El segundo es que estás ligando el ahorro a renunciar a cosas y, no nos engañemos, a nadie le gusta decir que no a sus placeres.
Tanto hacer un presupuesto como recortar gastos están bien, pero la verdad es que no son necesarios para el ahorro. Lo único que hace falta para ahorrar es… ¡empezar a ahorrar!
En otras palabras: decidir qué porcentaje de tu salario quieres ahorrar y hacerlo a principio de mes y de forma automática. O sea, preahorrar. Solo necesitas dos pasos para hacerlo:
- Decide cuánto quieres ahorrar. Lógicamente, si no ahorras nada, no pretendas empezar ahorrando un 20 % de tus ingresos porque no funcionará. Empieza con un 5 % y ve aumentando el porcentaje poco a poco.
- Establece una transferencia periódica de la cuenta en la que cobras tu salario a otra cuenta diferente y hazlo a principio de mes o a los pocos días de cobrar el sueldo.
Haz estas dos cosas y estarás ahorrando de por vida, mes a mes y sin necesidad de hacer un presupuesto o de recortar gastos, por lo menos, de forma tan consciente.
Como ahorras a principio de mes, ya no necesitas un presupuesto. Todos los meses haces tus deberes (ahorras) y el dinero que sobra es para gastar en lo que tú quieras. Por supuesto, si también quieres tener un presupuesto, seguro que te ayuda, pero no es imprescindible.
Y con los gastos pasa algo parecido. No tienes que pensar en qué vas a recortar porque todo el dinero que sobre es para gastar. Al tener menos dinero visible irás ajustando en qué gastas ese capital de forma intuitiva y al cabo de dos o tres meses habrás prescindido de los gastos más superfluos, los que menos te importan y seguirás igual de contento con tu nivel de vida.
Foto de lil arts