Un activo financiero es un instrumento financiero sin valor físico que permite sacar rentabilidad a nuestros ahorros. Por lo general, intervienen dos actores principales, el comprador o inversor, que puede ser una persona física o jurídica, y el vendedor, que suelen ser entidades bancarias, empresas o gobiernos.
Cuando se trata de invertir, es importante tener una comprensión clara de los diferentes tipos de activos disponibles. Cada tipo de activo tiene sus propias características y riesgos. Diversificar una cartera con varios tipos de activos puede reducir su riesgo total y aumentar su potencial de ganancias. En este artículo, exploraremos los diferentes tipos de activos, sus características y cómo pueden ayudarte a lograr tus objetivos de inversión.
Aunque existen diferentes tipos de activos financieros, normalmente, comparten tres características que hay que comprender y revisar antes de adquirir cualquiera de ellos:
Rentabilidad: el comprador invierte sus ahorros con el objetivo de conseguir cierta rentabilidad. Normalmente, esta rentabilidad está definida por los tipos de interés, que se expresan en forma de porcentaje. Cuanto más alto sea el tipo de interés, mayores son los beneficios generados.
Riesgo: el riesgo de los activos financieros indica la posibilidad que existe de perder parte de nuestra inversión. Normalmente, existe una relación directa con la rentabilidad, ya que los tipos de interés más altos suelen ofrecerse tan solo en los activos financieros con un alto riesgo. Cuanto más alto sea el riesgo, más alto deberá ser tu nivel de tolerancia.
Liquidez: es la facilidad que tiene un activo para convertirse en dinero retirable sin sufrir pérdidas. Los activos financieros tienen un grado de liquidez que definen lo rápido que puedes recuperar tu dinero sin sufrir penalizaciones o perder los beneficios generados.
¿Qué tipos de activos financieros existen?
Acciones. Las acciones son quizás el tipo de activo más conocido y popular. Las acciones son participaciones en una empresa, y cuando compras acciones, te conviertes en propietario de una pequeña parte de esa empresa. Las acciones se negocian en bolsas de valores y su valor puede fluctuar en función de una serie de factores, incluyendo el rendimiento financiero de la empresa, las condiciones del mercado y las noticias económicas.
Las acciones pueden proporcionar un alto potencial de crecimiento a largo plazo, pero también pueden ser bastante volátiles en el corto plazo. Es importante investigar cuidadosamente las empresas en las que estás interesado en invertir para asegurarte de que sus perspectivas a largo plazo sean buenas.
Bonos. Los bonos son títulos de deuda emitidos por gobiernos, empresas y otras entidades. Cuando compras un bono, estás prestando dinero a la entidad emisora a cambio de intereses y de la devolución del capital prestado en una fecha futura.
Los bonos son generalmente considerados como inversiones más seguras que las acciones, ya que ofrecen un flujo de ingresos regular y tienen un riesgo de pérdida de capital más bajo. Sin embargo, los bonos también tienen un potencial de crecimiento más limitado en comparación con las acciones.
Fondos de inversión. Un fondo de inversión es una forma de inversión en la que se reúnen fondos de múltiples inversores y se utilizan para comprar una variedad de activos, como acciones, bonos y otros instrumentos financieros. La cartera del fondo de inversión es administrada por un gestor profesional, quien se encarga de tomar decisiones de inversión en nombre de los inversores.
Los fondos de inversión son una manera fácil y asequible de diversificar su cartera, ya que ofrecen exposición a una amplia gama de activos con una sola inversión. Sin embargo, es importante investigar cuidadosamente los fondos de inversión antes de invertir, para asegurarte de que se ajustan a tus objetivos y tu tolerancia al riesgo.
Bienes raíces. La inversión en bienes raíces puede proporcionar un flujo de ingresos regular y un potencial de apreciación a largo plazo. Esto puede incluir la compra de propiedades residenciales o comerciales, como casas, apartamentos, edificios de oficinas o locales comerciales.
La inversión en bienes raíces puede ser una forma eficaz de diversificar tu cartera de inversiones, pero también puede ser bastante intensiva en términos de tiempo y esfuerzo. También puede haber costos asociados con la compra y el mantenimiento de propiedades, como reparaciones, impuestos y seguros.
Materias primas. Las materias primas son recursos naturales que se utilizan para producir bienes y servicios. En los mercados financieros, las materias primas se negocian como activos financieros, lo que significa que se compran y venden con fines de inversión y especulación.
Las materias primas más comunes que se negocian como activos financieros son los metales (como el oro y la plata), los productos energéticos (como el petróleo y el gas natural) y los productos agrícolas (como el trigo y el maíz).
La inversión en materias primas puede ofrecer beneficios a los inversores debido a su potencial para diversificar una cartera y proporcionar protección contra la inflación. Sin embargo, también hay riesgos asociados con la inversión en materias primas, como la volatilidad del mercado y la fluctuación de los precios.
Los inversores pueden invertir en materias primas a través de diferentes vehículos de inversión, como futuros, opciones, ETF y fondos de materias primas. Cada uno de estos vehículos de inversión tiene sus propias ventajas y riesgos, y es importante que los inversores comprendan completamente las características de cada uno antes de tomar una decisión de inversión.
¿Cuál es el mejor activo financiero de inversión?
No hay un activo financiero de inversión que sea el mejor para todos los inversores en todas las situaciones, ya que la elección del activo dependerá de los objetivos de inversión individuales, el perfil de riesgo, el horizonte temporal y otros factores.
Algunos de los activos financieros más comunes para la inversión incluyen acciones, bonos, fondos de inversión, ETF, materias primas, bienes raíces y criptomonedas, entre otros.
Las acciones y los fondos de inversión pueden ser opciones atractivas para los inversores que buscan obtener ganancias a largo plazo y que pueden tolerar una cierta cantidad de riesgo. Los bonos y los ETF pueden ser opciones más conservadoras para los inversores que buscan una rentabilidad más predecible y menos volatilidad. Las materias primas y las criptomonedas pueden ser opciones más arriesgadas y especulativas, y pueden ser adecuadas para inversores más experimentados que buscan diversificar su cartera.
Es importante tener en cuenta que la elección del activo financiero de inversión también puede depender del momento del ciclo económico y de los cambios en el panorama político y regulatorio. Por lo tanto, es importante investigar y evaluar cuidadosamente las opciones de inversión antes de tomar una decisión.
En resumen
Los inversores deben considerar su perfil de riesgo, horizonte temporal y objetivos de inversión antes de elegir un activo financiero específico. Además, es importante tener en cuenta que los mercados financieros pueden ser volátiles y que puede haber cambios en el entorno económico, político y regulatorio, lo que puede afectar al desempeño de los activos financieros. Por lo tanto, se recomienda que los inversores realicen una investigación exhaustiva y busquen asesoramiento profesional antes de tomar una decisión de inversión.
Foto de Anna Tarazevich