Casi todas las personas que conozco tienen los mismos objetivos en lo que respecta al dinero. Una y otra vez, en personas distintas y en distintos contextos, suelo encontrarme las mismas listas de tareas con un check pendiente de colocar.
Algunos que no fallan:
✓ Ahorrar más dinero y crear un colchón frente a imprevistos.
✓ Invertir en bolsa y rentabilizar esos ahorrillos parados.
✓ Aprender más sobre educación financiera.
✓ Eliminar deudas tóxicas.
A mí, sin embargo, me gusta más pensar más en sistemas y en hábitos. No me gusta fijarme una meta ambigua, poco clara y abstracta porque lo veo poco efectivo.
James Clear, el autor del libro Hábitos atómicos, lo dijo de forma magistral: «No subes al nivel de tus metas, caes al nivel de tus sistemas».
La motivación sirve de poco si no tienes un sistema lo más automático posible que te proteja de la pereza, la desidia o los despistes. Por eso, los puntos de la lista anterior los reformularía así:
- Transferir automáticamente un porcentaje de nuestros ingresos a nuestra cuenta de ahorro gracias al preahorro. (Sobre el preahorro ya he escrito aquí, por cierto).
- Realizar aportaciones a fondos indexados para nuestra jubilación o ayudar a nuestros hijos con la entrada de la hipoteca (porque como los precios sigan subiendo será imposible seguir pagando un alquiler).
- Leer 10 libros sobre finanzas personales e inversión.
- No endeudarse (salvo en caso de obligatoria necesidad, como una hipoteca). Y en caso de hacerlo, mirar la letra pequeña. Ahora esto es mucho más fácil con herramientas de IA.
Seguir estos hábitos y metas concretas te acercará a lo que buscabas inicialmente:
- Más dinero.
- Inversiones más rentables.
- Más sabiduría y conocimiento.
- Más tranquilidad.
Pero ahora, vamos a seguir pensando en algoritmos, sistemas y reglas matemáticas simples para gestionar nuestro patrimonio de la mejor forma.
Un algoritmo es un conjunto ordenado y finito de instrucciones bien definidas que se diseñan para resolver un problema o realizar una tarea específica de manera sistemática. Aquí van 5 algoritmos para poner tus finanzas en orden.
La regla de los 3 días
¿Te ha pasado alguna vez que has adquirido algo y poco después te has arrepentido de tu decisión?
Esta regla previene las adquisiciones precipitadas aprovechando nuestra propia psicología.
Solemos decidir comprar en cuestión de instantes. Las grandes marcas invierten enormes sumas en publicidad para vendernos artículos que, en realidad, no son esenciales para nosotros: «¡Qué atractiva es esa lámpara de IKEA! O esa blusa de Zara. Esos tenis de Converse son preciosos. Este libro que acabo de descubrir seguro transformará mi existencia…».
Sin embargo, al reflexionar con calma y analizar detenidamente, es posible que esa compra que parecía tan acertada ayer, hoy no lo sea tanto.
Simplemente, dándote un breve periodo de reflexión podrás asegurarte de que lo que adquieras realmente te aporte un beneficio concreto.
Concédete 72 horas para meditarlo bien.
La regla de los 125€/mes
¿Te gustaría reducir tu factura fiscal en aproximadamente 300 € en tu próxima declaración de la renta? Si es así, esta estrategia podría interesarte.
En la actualidad, los planes de pensiones en España ofrecen una ventaja fiscal que permite deducir hasta 1.500 € anuales. Aunque considero que este incentivo es insuficiente y debería ser más generoso, creo que es una oportunidad que todos deberíamos aprovechar. Aunque deberás tributar por este beneficio fiscal cuando rescates el plan de pensiones, es preferible que ese dinero esté en tu cuenta y no en las arcas del Estado.
Para sacar el máximo provecho, considera establecer una contribución automática mensual de 125 € a tu plan de pensiones.
La regla del 4%
¿Te has preguntado cuánto capital necesitas para poder retirarte?
Una sencilla fórmula te indicará qué cantidad puedes extraer anualmente de tus inversiones sin agotar tus fondos. Es una herramienta valiosa para planear tu retiro o evaluar tu independencia económica.
Esta regla fue introducida por el economista William Bengen en una investigación de 1994. Bengen examinó el rendimiento a largo plazo de carteras de inversión y descubrió que, con una tasa de retiro del 4 %, el capital tenía un 95 % de probabilidades de durar tres décadas, incluso en condiciones de mercado adversas.
Por ejemplo, si tus gastos anuales son de 40.000 €, necesitarás un capital de 40.000/0,04, es decir, un millón de euros, para no tener que volver a trabajar.
La regla del 110 menos tu edad
Esta estrategia, conocida como el método Bogleheads, te ofrece una manera muy simple de determinar cómo distribuir tus inversiones. En esencia, te proporciona una guía para decidir qué porcentaje asignar a activos de mayor riesgo (como acciones) y a los de menor riesgo (como bonos y deuda pública).
La fórmula es: (110 – Tu edad) = Porcentaje para acciones. El resto se destina a inversiones de renta fija.
Por ejemplo, si tienes 30 años, la recomendación sería invertir un 80 % en acciones y un 20 % en renta fija. En cambio, a los 80 años, tus inversiones en acciones no deberían superar el 30 %.
Este enfoque tiene sentido. A medida que envejecemos, nuestra tolerancia al riesgo disminuye. Buscamos una jubilación tranquila y estable. En cambio, cuando somos jóvenes, podemos asumir más riesgos en busca de mayores rendimientos.
La regla 50/30/20
¿Deseas elaborar un presupuesto detallado para gestionar tus finanzas personales pero no sabes cómo comenzar? Esta regla financiera puede ser un excelente punto de partida. Consiste en organizar tus ingresos totales en tres categorías:
- 50% para cubrir necesidades esenciales.
- 30% destinado a gastos de ocio y placer.
- 20% reservado para el ahorro.
En la primera categoría, incluiremos gastos como alimentación, vivienda y suministros. El segundo apartado te permite disfrutar de pequeños lujos, como esa cena en tu restaurante italiano favorito. Finalmente, el tercer grupo está dedicado a construir tu fondo de ahorros.
En resumen: primero, asegura tus necesidades básicas, luego date algún capricho, y por último, guarda una parte para tu futuro.
La regla 20/4/10
Ahora que la financiación de vehículos se ha vuelto tan común, te presento una guía práctica para evaluar si realmente puedes permitirte el coche que deseas.
Es frecuente ver personas con ingresos modestos adquiriendo vehículos de lujo. Sin embargo, el hecho de poder pagar una cuota mensual no implica que sea una decisión financiera sensata o acorde con tu situación económica.
Para determinar si un coche está dentro de tus posibilidades financieras, considera estas pautas:
- Entrada del 20 %. No deberías pagar una entrada inferior al 20 % del precio total del vehículo.
- Plazo de 4 años. Limita la financiación a un máximo de 4 años.
- Regla del 10 %. Los gastos mensuales relacionados con el coche (incluyendo cuota, seguro y mantenimiento) no deben superar el 10 % de tus ingresos netos mensuales.
Siguiendo estas directrices, podrás tomar una decisión más informada y evitar comprometer tu estabilidad financiera a largo plazo.
Como ves, muchas veces el dinero no tiene muchos secretos.
Usa estas reglas simples y lo harás mejor que el 90 % de la población.
No se trata solo de ahorrar, sino de crear sistemas que te protejan de la impulsividad y te acerquen a tu libertad financiera.
Foto de Nataliya Vaitkevich