La pregunta que Tolstoi se hace en este libro es la más sencilla: reside en el alma de todo ser humano, desde el niño hasta el anciano, una pregunta sin la cual la vida es imposible. La pregunta es: ¿qué resultará de lo que hoy haga? ¿de lo que haga mañana? ¿qué resultará de toda mi vida?
Para comprender qué somos, primero debemos comprender el entero misterio de la humanidad, una humanidad compuesta de seres humanos como nosotros, que no se comprenden a sí mismos.
El conocimiento racional, como lo presentan los científicos y los sabios, niega el sentido de la vida, mientras la enorme masa de gente, toda la humanidad reconoce ese sentido mediante un conocimiento irracional e instintivo. Ese conocimiento irracional es la fe. La fe es el conocimiento del sentido de la vida humana. La fe es la fuerza de la vida.