La sociedad actual ya no es disciplinaria, sino una sociedad de rendimiento. Tampoco sus habitantes se llaman ya sujetos de obediencia, sino sujetos de rendimiento. Estos sujetos son emprendedores de sí mismos.
La sociedad de rendimiento se caracteriza por el verbo modal positivo poder, sin límites. Su plural afirmativo y colectivo: Yes, we can, expresa precisamente su carácter de positividad. Los proyectos, las iniciativas y la motivación determinan hoy enteramente el comportamiento de los individuos.
Así, el mito de Prometeo puede reinterpretarse considerándolo una escena del aparato psíquico del sujeto de rendimiento contemporáneo, que se violenta a sí mismo, que está en guerra consigo mismo. De esta manera, Prometeo, como sujeto de autoexplotación, se vuelve presa de un cansancio infinito. Es la figura originaria de la sociedad del cansancio.