“Gracias a este influyente libro, los analistas financieros aprendieron que existía una base sólida para valorar empresas. Me ha convencido esta sabiduría, que concluye que en el análisis final la bolsa no es un mecanismo de votación, sino de pesaje. Las medidas de valoración no han cambiado. Al final, cada acción sólo puede tener el valor real del flujo de caja. En el análisis final, el valor verdadero vencerá”.
Vídeo