Pensamos que las decisiones de inversión están reservadas a unos pocos privilegiados: magnates industriales como Rockefeller, genios empresariales como Bill Gates o mentes revolucionarias como Elon Musk. Pero todos somos capital allocators. Asignadores de capital. Te llames Manolo, Loli o Warren Buffett.

Déjame que te explique cómo pequeñas decisiones que tomas por ti mismo a diario, aparentemente triviales, tienen un enorme impacto en tu vida.

Empecemos poniéndonos técnicos.

Por si no habías escuchado nunca este concepto, un capital allocator es una persona o entidad que toma decisiones sobre cómo se invierte el capital. Un «inversor» profesional, vamos.

Su razón de ser es responder a una simple pregunta: ¿dónde y cuándo invertir?

Y el mercado le devuelve un retorno. Comparando estos resultados con un benchmark o punto de referencia podemos evaluar si hace un buen, un mal o un nefasto trabajo.

Si el mundo de la inversión fuese una jungla, los capital allocators serían los leones (o leonas).

Hay niños que sueñan con ser astronautas, influencers, YouTubers, futbolistas. En España hay niños incluso que anhelan ser funcionarios ya desde una temprana edad. Y luego están los que sueñan con ser asignadores de capital profesionales. Otra liga.

Tradicionalmente se asocia el capital con el dinero y la gestión de grandes patrimonios en la que se especializan inversores altamente cualificados y experimentados. Pero el capital se presenta en muchas formas, no solamente monetarias. Existe capital financiero en forma de activos y libertad. Existe el capital social en forma de relaciones personales y lazos familiares fuertes. Una salud de hierro es capital físico. Una formación y unas habilidades valiosas son capital humano.

Y hasta el más común de los mortales toma decisiones que afectan a todas las formas de su capital, porque todos tomamos decisiones a diario sobre cómo asignar de la mejor forma nuestro capital (ya sea dinero, tiempo o nuestra atención) que acaban repercutiendo en nuestra riqueza (ya sea financiera, emocional, física o social).

Vamos con algunas reflexiones al respecto.

Tú eres tu propia empresa

Aunque suene tan cursi como el lema de una taza de Mr. Wonderful, piensa en ti mismo como si fueses el CEO de tu propia vida. Pequeñas decisiones en tu día a día hacen que te capitalices o descapitalices, que acumules activos que te dan libertad o que contraigas pasivos que te esclavizan.

El balance de tu vida incluye muchas cosas de valor: capital en forma de patrimonio financiero, lazos familiares fuertes, salud de hierro, conocimiento, habilidades… Pongo algunos ejemplos.

• Inversión en salud. Hacer deporte frecuentemente, cuidar tu dieta, reducir el consumo de alcohol, evitar el sedentarismo, no beber como si no hubiese mañana.
  • Beneficio o pérdida esperada: mejor salud, aumento de la esperanza de vida, sentirte más energía frente a sentirte agotado.
• Inversión en sabiduría. Dedicar 30 minutos al día a leer libros, aprender cosas o formarte, en comparación hacer scroll infinito en redes sociales.
  • Beneficio o pérdida esperada: más sabio, hábil mentalmente y con mejor conversación, en lugar de volverte más ignorante, polarizado y manipulado.
• Inversión en dinero. Invertir religiosamente el 10 % de tus ingresos nada más cobrar la nómina frente a comprar bienes materiales endeudándote.
  • Beneficio o pérdida esperada: Cada vez más cerca de la libertad financiera frente a estar cada vez más hundido en la carrera de la rata.
• Inversión en relaciones. Hacer un esfuerzo por pasar tiempo de calidad con tu familia y nutrir tus relaciones personales frente a trabajar más tiempo para ganar un extra de dinero.
  • Beneficio o pérdida esperada: Una familia unida, feliz y con sinergias, frente a tener más dinero en tu cuenta corriente pero quizás sacrificando parte de lo anterior.

¿Entiendes adónde quiero ir a parar?

Pues a que todo tiene un coste de oportunidad tremendo. Cuando haces una cosa renuncias a hacer muchas otras. Y vuelvo al título de este post: tú también eres un asignador de capital. Tu misión es priorizar las inversiones que te den más retorno. Y…

[Tenía que insertar esta frase de Warren Buffett en algún lugar y creo es un buen momento.]

«La mejor inversión que puedes hacer es invertir en ti mismo».

Capital allocators e inversión

Y ahora, la parte friki bursátil.

La asignación de capital no solo es fundamental en tu vida personal. También tiene una importancia capital (nunca mejor dicho) en la inversión.

¿Por qué?

Los CEO, los CFOs o cualquier directivo de una empresa deberían ser grandes asignadores de capital. William N. Thorndike, fundador y director general de Housatonic Partners y autor del libro Los outsiders, lo tiene claro: «La asignación de capital es el trabajo más importante del CEO». El resto es superfluo.

A largo plazo, la mejor inversión es la que genera más valor para el accionista. Si un ejecutivo se dispersa con la operativa diaria de la empresa, estará perdiendo el foco. Estará haciendo que la empresa pierda valor a largo plazo.

Otra frase del viejo de Omaha: «Con el tiempo, la habilidad con la que los directivos de una empresa asignan el capital tiene un enorme impacto en el valor de la empresa». Si buscas acciones rentables debes buscar que las empresas estén dirigidas por gente capaz de multiplicar el dinero invirtiendo.

Si quieres profundizar más en este análisis, empieza analizando ratios como el ROIC (retorno del capital invertido). Busca que sea regular en el tiempo. También, analiza el track record de los directivos. ¿Queman el dinero o lo invierten?

Cómo asignar el capital de la mejor forma

Me gusta ver a cada persona como una pequeña empresa. Al igual que las corporaciones, los seres humanos nacemos, nos reproducimos y finalmente morimos. Por el camino perseguimos fines e intentamos movilizar los medios buscando siempre el mayor retorno.

Los directivos de una empresa son versiones ampliadas de una persona. ¿Qué quiero decir con esto?

Una persona gobierna para sí misma o su núcleo familiar más cercano. Un alto ejecutivo, en su faceta profesional, gobierna para los diferentes grupos de interés de una empresa. Dicho esto, voy a compartir contigo unas frases de inversores profesionales que te ayudarán ser un mejor capital allocator y a dirigir la empresa de tu vida como un profesional.

«Una asignación eficaz del capital requiere cierto temperamento. Para tener éxito hay que pensar como un inversor, desapasionada y probabilísticamente, con cierta frialdad» Michael Mauboussin

«Los mejores asignadores de capital son prácticos, oportunistas y flexibles. No están atados por la ideología o la estrategia». William Thorndike

«Dos empresas con idénticos resultados operativos y distintos enfoques para asignar el capital obtendrán dos resultados muy diferentes a largo plazo para los accionistas. Esencialmente, la asignación de capital es una inversión y, en consecuencia, todos los directores generales son a la vez asignadores de capital e inversores. De hecho, puede que esta función sea la responsabilidad más importante de cualquier CEO y, sin embargo, a pesar de su importancia, no hay cursos sobre asignación de capital en las mejores escuelas de negocios». William Thorndike

Una buena forma de empezar a asignar el capital inteligentemente es proteger tu mayor tesoro: tu atención. Te dejo unas reflexiones sobre el valor de la atención que publiqué en la newsletter de Dinero y Bolsa.

Esto llega a su final.

Como asignador de capital que eres, espero que el tiempo que has invertido en leer estas reflexiones te procure unos retornos económicos estratosféricos.

Foto de Flo Maderebner