Psicología de la inversión
Medio

​​Especulación, inversión, sesgos y tenis​

Como inversores, estamos sujetos a múltiples sesgos que pueden afectar negativamente nuestra habilidad para manejar nuestras finanzas con éxito. Si deseas adentrarte en el tema, te recomendamos consultar la Guía rápida sobre los principales sesgos del inversor, de la CNMV. Este recurso puede ser un excelente punto de partida para familiarizarse con los sesgos que suelen afectar las decisiones de inversión.

 

Comportamiento especulativo y sesgos

Me sorprende ver la cantidad de inversores que se aventuran a comprar criptomonedas o acciones sin el conocimiento suficiente, atraídos por una especie de «compra especulativa gamificada». Es «gamificada» (de game, juego, en inglés) porque muchas de las plataformas dedicadas al trading lo presentan de forma tan fácil como jugar a cualquier videojuego.

En línea con esto, se ha estrenado recientemente en EE.UU. la película Dumb Money, que ofrece una representación dramatizada de los altibajos de la especulación bursátil que rodearon la acción de GameStop en 2021. Los guionistas se adentran en el mundo de la inversión desde la perspectiva de los pequeños inversores, mostrando las consecuencias devastadoras que la especulación desenfrenada puede tener para los inversores con poca experiencia que se dejan llevar por ella. La película ilustra, además, el poder de las redes sociales para incitar a una multitud de inversores novatos a realizar apuestas bursátiles arriesgadas con la esperanza de lograr ganancias meteóricas. Dumb Money ofrece una mirada cautivadora y a veces sombría a la naturaleza especulativa de los mercados financieros y los peligros inherentes de seguir ciegamente las tendencias de inversión populares. La mayoría perdieron dinero.

He observado que esta tendencia responde no solo a la esperanza de tener un golpe de suerte y hacerse rico, sino que también puede deberse al «subidón» de adrenalina que nos provoca la especulación, que por sí misma puede producir algún efecto positivo para quien la practica.

Es conocido que la mayoría de los inversores frecuentes pierden dinero, motivados quizás por la emocionante posibilidad de una ganancia significativa. Este comportamiento puede compararse en algunos casos con la compra de lotería: la esperanza de ganar premios enormes prevalece a pesar de las bajas probabilidades de éxito.

 

Especulación, inversión y tenis

Para explicar la diferencia entre gestión activa y gestión indexada, a menudo recurro a una analogía con el tenis, un deporte que siempre me ha fascinado, aunque nunca he sido particularmente bueno en él.

La analogía, que me sirve para ilustrar las ventajas de la gestión indexada, creo que también es válida para la especulación. En su libro Winning the Loser’s Game, Charles D. Ellis ya señalaba las similitudes entre el tenis y la inversión, destacando que en ambas disciplinas los amateurs suelen perder por errores propios más que por la habilidad del oponente. Esto puede trasladarse al mundo de la inversión, donde incluso los profesionales casi nunca superan al mercado de forma sistemática, especialmente después de tener en cuenta los costes y las comisiones.

 

La dificultad de la especulación y el arte de saber volear en el tenis

Recientemente, observando a mi hijo pequeño aprender técnicas básicas de tenis, me di cuenta de que la compra especulativa «gamificada» puede compararse con intentar volear sin dominar primero los golpes básicos. La volea es un golpe que tiene sus desafíos y que requiere una considerable práctica y cierta seguridad para rematar el punto en la red, similar a la necesaria para soportar las inevitables caídas del mercado, que ya son difíciles de soportar cuando invertimos, pero mucho más cuando especulamos porque esperamos resultados inmediatos.

 

La regla de las 10.000 horas: dominando el arte de la inversión y el tenis

Malcolm Gladwell, en su libro Outliers: The Story of Success, argumenta que alcanzar la maestría en cualquier campo requiere aproximadamente 10.000 horas de práctica. Si consideramos la carrera de Rafa Nadal, podemos ver esta teoría en acción. Desde muy joven, Rafa dedicó innumerables horas al tenis, llegando a acumular, según mis estimaciones, unas 30.000 horas de entrenamiento hasta la fecha (tres veces las necesarias para ser un maestro).

Pero incluso con ese nivel de dedicación y entrenamiento, el dominio total especialmente en la red es una meta esquiva. En el tenis, a pesar de tanto entrenamiento y de ser uno de los mejores, no se asegura la victoria en cada acercamiento a la red; incluso los grandes como Nadal y el prometedor Carlos Alcaraz no ganan cada punto que disputan en esa zona crítica del campo. De hecho, Alcaraz logra un impresionante 65 % de éxito, mientras que Nadal, con todas las horas de práctica y experiencia, tiene un porcentaje ligeramente menor. Eso quiere decir que puede llegar a perder más del 35 % de los puntos en la red.

Esta realidad nos plantea una consideración vital sobre la inversión: aunque la especulación es indispensable para la dinámica de los mercados, lleva consigo un alto nivel de riesgo. Es fundamental estar equipado para navegar los invariables altibajos que esta conlleva. Además, los inversores novatos se enfrentan a una probabilidad significativamente alta de incurrir en pérdidas, no solo debido a la menor probabilidad de tomar decisiones acertadas, sino también a que la especulación a menudo busca resultados rápidos, que por definición no siempre se producen incluso en las mejores compañías.

No tengo nada en contra de la especulación. Yo mismo he experimentado los desafíos de la inversión especulativa y de la inversión directa, pero es una ruta que no recomendaría a los inversores novatos. Es esencial tener una sólida comprensión de los fundamentos antes de aventurarse en territorio más volátil y arriesgado, tener una sólida psicología inversora y, además, dinero que no necesitas para poder arriesgar. Por eso, en general, es mejor pensar en invertir a largo plazo que especular.

 

Hacia una inversión más inteligente: el juego de los perdedores

Antes de zambullirse en el mundo de la especulación, recomendaría que los inversores se doten de una sólida comprensión y experiencia, recurriendo primero a instrumentos pasivos como fondos indexados o ETFs que replican el comportamiento promedio del mercado.

Este enfoque prudente puede ser la clave para una inversión exitosa a largo plazo. Ellis la denomina la inversión de los perdedores, como la mejor forma que tienen los amateurs de poder ganar partidos, pasando más pelotas que los contrarios más que aventurarse a jugar a ganar puntos (léase «a especular haciendo voleas») donde nuestras posibilidades de éxito apenas alcanzarán el 50 % o mucho menos si somos novatos. Siguiendo con la analogía, dudo que un tenista amateur supere el 25 % de éxito en sus subidas a la red.

 

Sesgos que incitan la especulación

Al analizar el comportamiento especulativo, identifico una conexión con varios sesgos cognitivos bien conocidos, como:

  • El sesgo del descuento hiperbólico. La preferencia por recompensas más pequeñas pero inmediatas sobre beneficios futuros más sustanciales.
  • El sesgo del exceso de confianza. Sobreestimar nuestros conocimientos y juicios, ignorando la brecha entre lo que sabemos y lo que creemos saber.
  • El sesgo de la ilusión de control. Creer que tenemos control sobre eventos que están más allá de nuestra influencia, lo que a menudo lleva a asumir riesgos excesivos.

Estos tres sesgos pueden provocarnos grandes pérdidas no solo cuando especulamos sino también cuando invertimos a largo plazo.

 

La aversión al riesgo: el sesgo que nos vuelve a la realidad

Finalmente, otro de los sesgos más potentes que nos domina es la aversión al riesgo: perder nos provoca el doble de dolor que el placer que nos produce una ganancia.

Para un especulador, entiendo que los sesgos anteriores deberían ser más potentes que la aversión a la pérdida. Pero sabiendo que, estadísticamente, muchos de ellos no tendrán éxito, temo que al final la aversión al riesgo prevalezca después de los primeros fracasos.

 

Conclusión

Al igual que un buen jugador de tenis debe dominar los golpes básicos antes de aventurarse con técnicas más avanzadas, por ejemplo, las voleas, los inversores deben aprender a invertir de forma estratégica a largo plazo antes de complicarse en compras especulativas. Asegura primero tus objetivos financieros a través de inversiones indexadas y, con experiencia y aprendiendo a dominar tus propios sesgos, podrás aventurarte a «jugar en la red» con apuestas especulativas y/o activas paso a paso.

Si quieres profundizar más en el tema de los sesgos en la inversión, te recomiendo que leas los trabajos de Kahneman o Thaler.

 

Foto de Pixabay

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