El mercado
Medio

​​Cómo tener una cartera diversificada con múltiples mercados en cartera​

Sin lugar a dudas, la diversificación es una de las mejores formas de aprovechar el potencial de rentabilidad de distintos activos, productos y áreas geográficas, al tiempo que se mantiene el riesgo en un nivel adecuado. 

En este artículo, te explico cómo ponerlo en práctica en tu propia cartera. 

Fondo de emergencia y perfil de riesgo: el primer paso antes de invertir 

Antes de nada, hay dos cuestiones previas que deberías tener muy claras antes de lanzarte a invertir: 

  • Construye un fondo de emergencia con el que puedas cubrir entre 3 y 12 meses de gastos. Guárdalo en una cuenta de ahorro remunerada, un depósito sin penalización por cancelación anticipada u otros productos similares, que sean inmediatamente transformables a efectivo. 
  • Averigua cuál es tu perfil como inversor, en función de tu edad, circunstancias familiares, aversión al riesgo, etc. Solo así podrás construir una cartera con la que puedas estar tranquilo con independencia de los movimientos del mercado.

Pero, ¿por qué decimos que es tan importante invertir de forma diversificada? Te lo explico a continuación. 

¿Por qué diversificar? 

El objetivo de la diversificación es doble: 

  • Aprovechar la rentabilidad potencial de distintos activos: al tener distribuida tu cartera en diferentes tipos de productos, podrás sacar partido de aquellos que mejor funcionen y no perderte muchas oportunidades. 
  • Reducir el riesgo global de tu cartera: si alguna de tus inversiones fracasa, tendrás otras con las que compensar las eventuales pérdidas. Es lo que popularmente se conoce como «no poner todos los huevos en la misma cesta».

En mi experiencia, diversificar es una de las cuestiones más importantes a tener en cuenta a la hora de invertir. Te explico cómo ponerlo en práctica. 

Cómo invertir en una cartera diversificada: 6 pilares de inversión 

Cuando hablo de «diversificar», me refiero a distribuir tus inversiones en: 

  • Distintos tipos de activos, como son los seis pilares que te explico más abajo. 
  • Distintos productos o activos concretos dentro de cada categoría. Por ejemplo, en el caso de la renta variable, acciones de distintas empresas. 
  • Distintos sectores. Por ejemplo: financiero, construcción, consumo, etc. 
  • Distintas áreas geográficas. 
  • Distintas monedas o divisas. 
  • Distintas estrategias de inversión, en su caso, para cumplir diferentes objetivos o para aplicar a distintas etapas vitales. Por ejemplo, si se trata de invertir de cara a la jubilación.

La mayoría de estos puntos no requieren demasiada explicación. Pero sí que es muy relevante analizar más en profundidad la diversificación en distintas categorías o tipos de activo. 

Para mí, estos son los 6 más importantes: 

  1. Renta variable

Desde luego, la inversión en acciones (directamente o a través de ETFs, fondos indexados o fondos de inversión) podría considerarse una de las mejores formas de invertir, si tenemos en cuenta la mayor rentabilidad que suelen ofrecer respecto de otras categorías de activos. Aunque, lógicamente, también implique un mayor nivel de riesgo. 

En cualquier caso, yo diría que es muy conveniente que cuentes con, al menos, un poco de renta variable en tu cartera, a través de productos como los siguientes: 

  • Roboadvisors: son plataformas automatizadas en las que un algoritmo toma todas las decisiones de inversión, de acuerdo con tus preferencias y perfil de riesgo. La inversión suele destinarse a distintos ETFs o fondos indexados, reequilibrando la cartera cuando es necesario. 
  • ETFs y fondos indexados: aquí se trata de escoger manualmente los ETFs y fondos indexados, que son uno de mis instrumentos de inversión preferidos, ya que tienen comisiones muy bajas y te permiten diversificar en una enorme variedad de activos de forma muy sencilla. Por ejemplo, un ETF indexado al S&P 500 o al MSCI World puede ser lo único que necesites en tu cartera de renta variable. 
  • Fondos de inversión: los fondos de inversión de gestión activa también ofrecen diversificación, aunque suelen tener comisiones más elevadas y la rentabilidad no siempre está a la altura. 
  • Inversión directa en acciones: si tienes un poco de experiencia y un cierto capital, puedes plantearte invertir directamente en acciones, diversificando en distintas empresas, sectores, áreas geográficas y divisas.

Elijas el producto que elijas, asegúrate de tener representadas, en tu inversión en bolsa, diferentes áreas geográficas (principalmente, EE.UU., Europa y mercados emergentes), distintas divisas, diferentes sectores industriales y distintas empresas. 

  1. Renta fija, depósitos y cuentas remuneradas

Si priorizas invertir de forma segura, probablemente este tipo de productos deberían tener bastante protagonismo en tu cartera: 

  • La renta fija pública, como las Letras del Tesoro o los Bonos del Estado, ofrece altos niveles de seguridad, con rentabilidades que pueden ser interesantes en ciertos momentos. 
  • La renta fija privada, siempre que sea de calidad, también puede tener un hueco en tu cartera, sobre todo a través de ETFs o fondos de renta fija. No obstante, el riesgo puede ser bastante más alto. 
  • Los roboadvisors también te permiten invertir de forma automatizada en productos de renta fija. 
  • Los depósitos a plazo fijo y las cuentas remuneradas pueden ser interesantes para quienes priorizan la seguridad, aunque los rendimientos no sean demasiado elevados. En cualquier caso, asegúrate de que la entidad financiera está acogida a algún fondo de garantía de depósitos. 
  1. La inversión en inmuebles dentro de una cartera diversificada

Dependiendo de tu capital disponible, podrías plantearte la inversión directa en algún tipo de inmuebles, ya sean casas, pisos, plazas de garaje, locales comerciales o naves industriales. No obstante, si no tienes dinero suficiente, podrías incluir los inmuebles dentro de tu cartera de forma indirecta. Por ejemplo, a través de: 

  • REITs o SOCIMIs, que son sociedades de inversión del sector inmobiliario que cotizan en bolsa. 
  • Fondos de inversión especializados en inmuebles. 
  • Crowdfunding inmobiliario, que es una forma de inversión colectiva en proyectos inmobiliarios, que suele realizarse a través de plataformas online especializadas. 
  1. Criptomonedas

Si encaja con tu perfil de riesgo y no te asusta la volatilidad, invertir en criptomonedas puede ser una opción interesante ateniéndonos a las enormes rentabilidades proporcionadas hasta la fecha para los inversores que entienden su funcionamiento y pueden soportar su volatilidad. En general, es preferible centrarse en proyectos sólidos, con un equipo cualificado y comprometido detrás, frente a las memecoins más volátiles y sin unos sólidos fundamentales. 

En cualquier caso, utiliza exchanges fiables y almacena tus criptomonedas en monederos fríos para evitar hackeos o estafas. 

  1. Materias primas e inversiones alternativas

Para una parte de la cartera puedes diversificar en activos como las materias primas y metales preciosos (el oro siempre ha sido un activo refugio muy interesante), proyectos de crowdfunding o crowdlending (financiación o préstamos colectivos) o, incluso, activos más «exóticos» como el vino, el whisky o el arte. 

Muchos de estos activos tienen la ventaja de estar bastante descorrelacionados de otros más habituales, como la renta variable. Por tanto, algunos de ellos pueden comportarse muy bien en épocas de crisis. 

  1. Invertir en negocios

Si tienes un capital de cierta entidad o te atrae mucho el emprendimiento, podrías dedicar una pequeña parte de tu cartera a la inversión en startups u otro tipo de negocios similares. 

Por supuesto, además de la inversión en proyectos ajenos, también estaría la posibilidad de crear tu propio emprendimiento.

Conclusión: diversificar es una necesidad 

En definitiva, una buena diversificación es clave para lograr un adecuado equilibrio entre riesgo y rentabilidad. Por tanto, es una cuestión que deberías tener en cuenta desde que empieces a invertir. Y, si ya tienes una cartera formada, procura adaptarla poco a poco para que esté distribuida entre las distintas categorías de activos y estrategias de acuerdo con tu perfil de riesgo. 

Como siempre hago al despedirme, ¡te deseo unas muy felices inversiones! 

 

Foto de Nataliya Vaitkevich

Compartir:

Artículos relacionados

Sigue leyendo más entradas similares en nuestro blog.

Básico

​​Hablemos de mercados: el mercado del vino​

Básico

​​Sí, se puede ahorrar gastando dinero​

Básico

​​Las 3 cosas por las que empezar​

Medio

El observatorio. Nota 4. La construcción del nuevo orden.

Básico

​​5 algoritmos financieros para gestionar mejor tu dinero​

Anterior
Siguiente
0
0
Tu Pedido
Su pedido esta vacioVolver a la tienda

Solicita información

Solicita información

    Solicita información

      Solicita información