Las acciones son parte del núcleo central del value investing, pues representan el objetivo de adquisición final de una cartera de inversión para poder participar de los derechos derivados de una empresa determinada. Pero ¿Qué son las acciones?
Las acciones en la sociedad anónima son partes alícuotas, indivisibles y acumulables del capital social que confieren a su titular legítimo la condición de accionista (persona física o jurídica) y le atribuyen todos aquellos derechos que quedan reconocidos en la Ley de Sociedades de Capital y en los estatutos de la empresa.
La división del capital en acciones es el origen del nombre a la sociedad “sociedad por acciones”, aunque, por respeto a una traducción de carácter mercantilista en los países latinos, la ley ha conservado el título de sociedad anónima.
Si nos referimos a las acciones como valores mobiliarios, pueden estar representadas por medio de títulos o por medio de anotaciones en cuenta. En contraste, las participaciones sociales en la sociedad de responsabilidad limitada, no pueden estar representadas por medio de títulos o anotaciones en cuenta, ni tampoco denominarse acciones, por lo que ningún supuesto tienen el carácter de valores.
Los titulares que poseen acciones ordinarias de una compañía son vistos como los verdaderos dueños de esa compañía, pues poseen un derecho de propiedad. Como tal, un accionista tiene privilegios y derechos específicos que se rigen por las leyes que prevalecen en el estado donde la empresa tiene su sede.
Las acciones, confieren a su titular una variedad de derechos -con las excepciones establecidas al amparo de la ley- en el Capítulo II “Los derechos del Socio” de la Ley de Sociedades de Capital:
- Participar en el reparto de las ganancias sociales y el patrimonio resultante de la liquidación.
- Suscripción preferente en la misión de nuevas acciones o de obligaciones convertibles en acciones.
- Asistir y votar en las juntas generales y el de impugnar los acuerdos sociales.
- Información.
Por su parte, hay que mencionar específicamente las llamadas acciones sin voto, cuyo importe no puede ser superior a la mitad del capital social desembolsado. Se confiere diversos derechos como: dividendo preferente, privilegio en el supuesto de reducción de capital por pérdidas, privilegios en la cuota de liquidación y otros previstos en la ley.Dado que las acciones presentan el capital social, una de las vías que posee una empresa para satisfacer las necesidades de financiación es la emisión de acciones nuevas, mediante una ampliación de capital. Las ampliaciones de capital representan una alternativa que permite ganar independencia frente al apalancamiento financiero pero implican un efecto dilución frente a las acciones antiguas.
Existen diversas maneras de clasificar las acciones. Por la forma de designar al titular, las acciones pueden ser nominativas o bien al portador. Según los privilegios que otorgan a su titular se puede destacar las acciones ordinarias y privilegiadas. En lo que se refiere al precio de emisión, éste puede ser igual, superior o inferior al valor de la acción y de ahí, nacen respectivamente, las acciones emitidas a la par, sobre la par o con prima de emisión y bajo la par o con quebranto de emisión (en España no pueden ser emitidas bajo la par).
## El valor de las acciones
Cuando nos referimos al valor de una empresa o de una acción, debemos diferenciar previamente las diversas valoraciones existentes para una misma acción, pues existen múltiples tipologías de cálculo, cuyos resultados respectivos pueden mostrarnos amplias horquillas en una misma empresa.
El valor nominal de una acción, o también conocido como valor de emisión, es el resultado de dividir el capital social de la empresa entre el número de acciones.
El valor contable representa el valor de una sociedad, basado estrictamente en su balance. Para encontrar el valor en libros, sume todo lo que la compañía posee en términos de activos, luego reste todo lo que la compañía debe, como deudas y otros pasivos. El valor contable revela el valor de la empresa si se liquidara y todos los activos se vendieran en efectivo. Dividiendo el valor contable entre el número total de acciones en circulación, el valor contable por acción.
El valor de liquidación se obtiene mediante una valoración a precios de mercado del activo material de la empresa y se descuenta el importe cuantificado del Pasivo o las obligaciones de la empresa.
El valor de mercado por acción es una cifra mucho más fácil de obtener, simplemente se trata del precio de cada acción en el mercado en el momento presente. Mientras que el valor en libros representa el valor de los activos de la empresa, el valor de mercado cuánto creen los inversores que vale la empresa (valor subjetivo).
Normalmente, el valor de mercado por acción será superior al valor contable por acción para una empresa determinada. El mayor precio de mercado refleja el valor de los activos intangibles, como el fondo de comercio, las patentes, las marcas. El valor de mercado también es más alto que el valor en libros para la mayoría de las acciones porque los inversionistas valoran el crecimiento futuro y las ganancias de la compañía más allá de lo que se refleja en el balance general.
El objetivo del value investing es tratar de descifrar, mediante diferentes factores analíticos representativos de los Estados Contables, cuál es el valor intrínseco de la empresa y determinar si, frente al valor del mercado, existe un margen de seguridad suficientemente amplio como para representar una oportunidad de inversión.
## Recompra de acciones
Una de las políticas favoritas para remunerar a los accionistas es la re-compra de acciones, especialmente si las acciones de la empresa se encuentran infravaloradas en el momento de ejecutar el plan de re-compra. Esta operación permite que los accionistas incrementen su parte proporcional de la empresa y por ejemplo, que el beneficio por acción de la empresa se incremente.
Cuando se materializa un plan de re-compra de acciones, las acciones de la sociedad dominante deben ser amortizadas en el plazo máximo de un año desde la fecha de su adquisición.
Asimismo, quedan en suspenso todos los derechos correspondientes a las participaciones propias y a las participaciones o acciones de la sociedad dominante. Por lo tanto, los derechos económicos inherentes a las acciones propias, excepción hecha del derecho a la asignación gratuita de nuevas acciones, serán atribuidos proporcionalmente al resto de las acciones.
En consecuencia, dentro del balance de la empresa, se establece una reserva equivalente al importe de las participaciones o acciones adquiridas, computado en el activo, que deberá mantenerse mientras que las acciones adquiridas no hayan sido amortizadas.