Como muchos de ustedes sabrán uno de los enfoques más exitosos en el mundo de las inversiones es ser contrarian, es decir, ir contra el pensamiento generalizado. Así que permítanme arrancar este artículo yendo a contracorriente y afirmando que dos de las mayores referencias del “mundo Value” realmente no son inversores en valor, sino inversores multifactor: Warren Buffett y Peter Lynch. Si quieren ver el porqué de esta afirmación, la encontrarán como conclusión de este artículo.
¿Por qué la inversión multifactorial?
En el mundo actual vivimos rodeados de oportunidades e información en todos los campos, y el de la inversión no es una excepción. Pero, quizás, disfrutar de tanta variedad de oportunidades y datos nos lleva en ocasiones a ser incapaces de tomar una decisión o a tomar la más fácil o conocida, aun sabiendo que no es la más adecuada. ¿Quién no ha pasado casi más tiempo eligiendo una película que viéndola?
A lo largo de la historia, en los mercados bursátiles, lo que comúnmente se conoce como estilos de inversión (pero que realmente podríamos denominar factores), han demostrado sus bondades para batir a los índices en el largo plazo: Valor, Crecimiento, Tamaño… Aunque cada uno de esos factores destaca más que el resto en períodos concretos, por ejemplo, el Growth y la Baja Volatilidad llevan una década brillando, nadie hasta ahora ha sido capaz de predecir cuál de ellos se comportará mejor en un futuro próximo. No existe esa bola de cristal. Y esto nos ha llevado a una conclusión en Acacia Inversión: no hay que ceñirse a un único estilo de inversión y sí combinar aquellos sobre los que existe una historia y pruebas académicas de un comportamiento relativo superior al mercado.
Invertir en varios factores aporta una diversificación mejor y más real que hacerlo entre diferentes sectores, regiones o países, puesto que las correlaciones entre factores son bajas, ya que el comportamiento de cada uno de ellos ante diferentes aspectos y momentos del ciclo suele ser distinto.
En Acacia Inversión no somos fieles seguidores de una única filosofía de inversión y sí defensores de la diversificación. Por ello propugnamos la inversión Multifactor o factor investing como el mejor enfoque para invertir en renta variable. Desde nuestro punto de vista, esta metodología ofrece una exposición a los distintos estilos de inversión que mejor han funcionado en el largo plazo, pero combinados de tal forma que cuando uno flaquea, nuestras inversiones se resienten en menor medida, implementando así una cartera compensada, capaz de generar una rentabilidad extra sobre el índice de referencia, consistente y paulatina en cualquier entorno de mercado. Esto nos permite no tener que esperar a ese momento en el cual el estilo de inversión con el que hemos invertido sea el que brille con más fuerza.
La inversión multifactor se basa en invertir aislando varias fuentes (criterios o variables) de rentabilidad, las cuales según estudios académicos han conseguido batir históricamente al mercado. Es un estilo que combina las mejores características de la gestión activa, pasiva y alternativa:
- Activa: basándose en el análisis fundamental de las compañías busca batir al índice de referencia.
- Pasiva: método sistemático para ofrecer Beta a bajo coste.
- Alternativa: captura de Alpha mediante una exposición innovadora.
¿Cómo lo aplicamos en Acacia Inversión?
En Acacia lo implementamos mediante los algoritmos de un método sistemático aplicado al análisis fundamental. Creemos que para hacer una buena inversión hay que analizar en profundidad los datos en los que se fundamenta una compañía (balance, cuentas de resultados, ventas, ratios, etc.). Asimismo, ¿recuerdan cómo al principio del texto les hablábamos del exceso de información en el que vivimos? Pensamos que el desarrollo tecnológico actual nos ayuda llevar a cabo este trabajo de análisis con mayor objetividad y eficiencia.
Nuestro objetivo es lograr una rentabilidad superior a la del mercado a través de una selección de valores sistemática, independiente de la subjetividad de un gestor “estrella”. A su vez, por las razones expuestas en párrafos anteriores, hemos rehusado tratar de adivinar qué factor tendrá un mejor resultado en función del ciclo o las valoraciones, equiponderando los mismos y a su vez, asignando el mismo peso a cada una de las acciones que los componen. De ese modo, invertimos en una cartera diversificada en cuanto al número de valores, pero concentrada en factores, evitando así el riesgo específico de una acción, como ocurre en las carteras concentradas.
Los diez factores que consideramos más relevantes son aquellos sobre los que existen evidencias académicas e históricas de generación de Alpha en períodos largos. Aunque algunos de ellos puedan parecer opuestos en determinadas ocasiones, nosotros creemos que son complementarios:
- Valor. Seguidores de Benjamin Graham, nos centramos en los beneficios de corto plazo y en las valoraciones contables. Tenemos en cuenta la coyuntura macroeconómica y el sector.
- Crecimiento. Crecimiento de beneficios sostenible, con momentum, a precio razonable y de calidad.
- Pequeñas Compañías. Hacemos un primer filtro de liquidez (riesgo), para luego centrarnos en la rentabilidad del capital y su sostenibilidad.
- Baja volatilidad. Volatilidad de la propia acción y en relación al mercado.
- Calidad. Rentabilidad del capital y su sostenibilidad, a precios razonables.
- Situaciones Especiales. Enfoque a contracorriente que busca empresas denostadas por el mercado y profundamente infravaloradas.
- Revisión de Beneficios. Sorpresa consistente frente al consenso de analistas sobre los resultados de la empresa.
- Dividendo Estable. Alta rentabilidad por dividendo con bajo servicio de la deuda con un crecimiento estable del pago.
- Momentum. Fortaleza de la tendencia reciente en su comportamiento bursátil.
- Reversión a la Media. Posiciones basadas en movimientos extremos en los precios de las acciones bajo la premisa de que estos tienden a la media en el largo plazo.
Así, agrupando en una única cartera dichos factores conseguimos una inversión compensada que funciona a lo largo de todo el ciclo económico.
¿Warren Buffett y Peter Lynch inversores factoriales?
En un artículo de Nicolas Rabener, director general de FactorResearch, publicado por el CFA Insitute, se evidencia como Warren Buffett puede ser considerado como uno de los mejores (si no el mejor) inversor factorial de todos los tiempos. En su análisis demuestra que la mayoría de la diferencia entre Berkshire Hathaway y el S&P 500, más que por el Alpha generado, viene determinada por la exposición a varios factores y no sólo al value.
Analizando las tres últimas décadas podemos observar cómo Buffett ha tenido exposición positiva a factores como valor, tamaño, calidad o baja volatilidad y negativa a otros como crecimiento y dividendo.
La afirmación sobre Peter Lynch no tiene un estudio por detrás que lo respalde, sino que se trata de una percepción personal mientras releía su libro “Un paso por delante de Wall Street”. Creo que un análisis en profundidad y con otros ojos sobre cómo construye su cartera y cómo divide los valores nos puede llevar a una conclusión parecida:
- 25%-35% en empresas de bajo crecimiento (slow growers): Factor Baja Volatilidad / Factor Dividendo
- 10-20% en empresas estables (stalwarts): Factor Calidad
- 10-20% en empresas cíclicas (cyclicals): Factor Crecimiento
- 30-40% en empresas de alto crecimiento (fast growers): Factor Pequeñas Compañías
- Empresas recuperables (turnarounds): Factor Situaciones Especiales / Factor Reversión a la media
- Empresas de activo oculto (Asset Plays): Factor Situaciones Especiales / Factor Valor
Si se fija el lector, el mítico gestor del Fidelity Magellan Fund no habla de centrarse exclusivamente en las valoraciones, sino que reparte los pesos en diferentes tipologías de acciones y recomienda diversificar, habla de tener más de 100 acciones y de invertir en valores estables para compensar riesgos, … En definitiva, era un inversor multifactorial cuando el término aún no estaba inventado.
Conclusión
Si ponemos el foco exclusivamente en un factor nos estamos perdiendo muchas oportunidades en los mercados bursátiles y concentrando los riesgos. Y si todos hemos interiorizado las bondades de la diversificación (y no hablamos de la diworsification del mencionado Peter Lynch, es decir tener más nombres en cartera sin un criterio específico), ¿por qué jugárselo todo a un único estilo de inversión? Si diversifica su renta variable por país, región o sector ¿por qué no dar un paso más y diversificarla según los factores que condicionan su comportamiento?
Y por terminar con Peter Lynch, “nunca inviertas en una idea que no puedas ilustrar con un lápiz”.
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