Más de uno se preguntará qué tiene que ver una forma de invertir con una pequeña ciudad del medio oeste americano como Omaha. Pues que, además de ser la ciudad natal de Fred Astaire, Henry Fonda y Malcom X, es la cuna del mejor inversor en valor de todos los tiempos, Warren Buffett, quien ha llevado Berkshire Hathaway, una pequeña empresa en ruinas cuando la adquirió en 1965, a ser hoy la tercera más grande de EE.UU., por delante de Apple.
Hasta allí me he desplazado en cuatro ocasiones entre 2011 y 2018 para escuchar a Buffett (también conocido como el Oráculo de Omaha) desgranar las claves de la inversión en valor respondiendo durante seis horas junto a su socio Charlie Munger a periodistas, analistas y ahorradores como yo. Trataré de explicar qué es la inversión en valor intercalando frases que he escuchado al propio Buffett.
¿Qué es invertir en valor (del inglés, value investing)? comprar en Bolsa empresas buenas cuando están baratas. ¿Qué entendemos por una buena empresa? aquella que gana dinero vendiendo productos o servicios de calidad, que normalmente tiene una marca reconocida y a la que sus competidores tratan de imitar y quitar clientes. Entonces, es fácil: basta con que compremos empresas de calidad que estén baratas, ¿no? Así es, el problema es que las empresas buenas normalmente no están baratas porque el mercado reconoce su valor y lo incorpora en el precio al que cotiza. “Compra una acción como si compraras una casa. Estúdiala y conócela tanto como para querer comprarla incluso, si no hubiera mercado alguno para venderla en el futuro”.
Pero el lector se preguntará: un momento, ¿estás queriendo decir que en Bolsa no siempre las empresas se venden a su justo valor? Así es, hay momentos en los que la Bolsa sube mucho y otros en los que baja en picado, y esto es más frecuente de lo que parece. Cuando sube mucho, ocurre que muchas personas, contagiadas por el entusiasmo general del momento, se animan a seguir comprando pensando que la Bolsa seguirá subiendo. “La mayoría de la gente se interesa por las acciones cuando todo el mundo está en Bolsa. El momento para interesarse es cuando nadie lo está. No puedes comprar lo que es popular y hacerlo bien”. “Estás lidiando con un montón de estúpidos en el mercado; es como un gran casino donde todo el mundo está emborrachándose. Si aguantas bebiendo Pepsi, lo harás bien”.
Esto que a priori es de sentido común (lo hacemos cada día cuando vamos a comprar algo buscando la mejor calidad al mejor precio), no es tan fácil de hacer en Bolsa, porque a la hora de invertir, entran en juego las emociones: cuando la Bolsa sube, la mayoría de los que invierten son optimistas (más cuanto más sube) y están dispuestos a pagar más por una buena empresa y sin embargo, cuando la Bolsa baja, a la mayoría le entra el miedo, se deja llevar por el pesimismo y venden sus acciones. “La mayor causa de precios bajos es el pesimismo – a veces generalizado, otras específico a una compañía o sector. Queremos comprar acciones en ese entorno, no porque nos guste el pesimismo, sino porque nos gustan los precios que genera. El optimismo es el enemigo del comprador racional”. Es entonces cuando debemos armarnos de valor y comprar. “Se temeroso cuando otros son codiciosos y codicioso solo cuando otros sean temerosos”. “Lo mejor que nos pasa es cuando una magnífica compañía está en apuros. Queremos comprarla cuando está en la mesa de operaciones”.
En resumen: “Precio es lo que pagas, valor lo que obtienes”. Palabra de Warren Buffett.