Los autores se proponen en este libro ofrecer al inversor común, no profesional, un manual de conducta original y sencillo que le permita ganar su guerra particular por la independencia financiera.
Partiendo de una situación de partida de fuerzas desiguales respecto al Estado por tamaño, poder y armas, el inversor debe plantear una Guerra Financiera Asimétrica (GFA) a largo plazo, con algunas decisiones estratégicas clave y pertrechado con tres armas concretas de gran eficacia. Hay que invertir en renta variable porque al comprar acciones “invertimos en el progreso económico y en el desarrollo de la sociedad”, y porque es lo más seguro y rentable a largo plazo. Hay que preservar el capital por encima de todo. No hay que sobreestimar la propia capacidad. No podemos querer ganar todas las batallas, sino la guerra, y por eso es imprescindible trabajar a largo plazo con constancia, disciplina y paciencia. Y debemos recordar en todo momento que, en este asunto, el comportamiento es más importante que la inteligencia. Una vez asumidos todos estos principios ineludibles, los autores ofrecen al inversor tres armas concretas para entrar en batalla: AK47, invertir en fondos indexados; RPG-7, hacerlo con el promedio del coste monetario, comprando sistemáticamente con una secuencia fija; y IED, invertir de forma reactiva, comprando más cuando la bolsa ha bajado. Así se pueden esperar resultados razonablemente positivos, como se prueba en este libro con prudentes ejemplos. Si el inversor aspira a niveles superiores de rentabilidad, añaden los autores, deberá buscar, con un esfuerzo añadido, a los muy infrecuentes SNIPERS: gestores activos independientes que, haciendo cosas distintas a la mayoría, con un nivel de análisis mayor y con unas condiciones de personalidad inusuales, consiguen superar a los índices de forma sostenida en el tiempo.
Se trata de un libro claro, sensato y útil. Nos ofrece opciones concretas y razonadas de inversión; nos invita a conocernos y a conocer la realidad antes de actuar; y contribuye a establecer en nuestras decisiones de inversión un principio tan oportuno como infrecuente: la humildad.
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