Este ensayo quiere poner de relieve que las ciencias naturales no pueden contribuir en absoluto a la descripción y al análisis de la acción humana que constituye la base de la actividad económica.
La economía es la ciencia de la acción humana. El hombre actúa debido a su insatisfacción con el estado de cosas a las que se enfrenta, pero en su acción no se encuentra la regularidad que caracteriza a los campos investigados por las ciencias naturales. Los mismos eventos externos producen en hombres distintos reacciones diferentes e imprevisibles.
En la cooperación social que es el mercado, al actuar para servir sus propios intereses, todos los agentes económicos sirven los intereses de los demás. Guiados por la urgencia de mejorar las condiciones propias, el hombre mejora con su acción las condiciones de vida de otras personas. De esta manera, la libre empresa ha cambiado el destino del ser humano de manera radical. Ha reducido la tasa de mortalidad, ha prolongado la duración promedio de la vida, multiplicando las cifras de población, y ha elevado en un modo sin precedentes los niveles de bienestar en todo el mundo.
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