Los ocho CEOs reunidos en este libro parecen operar en un universo paralelo, definido por la devoción a un conjunto compartido de principios, una visión del mundo que les otorga ciudadanía en una pequeña aldea intelectual aparte llamada Singletonville.
Estos CEOs toman constantemente decisiones muy diferentes a las de sus pares. Sin embargo, no van ciegamente a contracorriente. La suya es una iconoclastia inteligente basada en un análisis cuidadoso y, a menudo, expresada en métricas financieras inusuales, claramente diferentes de las convencionales del sector o de Wall Street.
Como grupo, comparten valores premodernos y pasados de moda, como la frugalidad, la humildad, la independencia y una combinación inusual de conservadurismo y audacia. En el fondo, estos CEOs piensan más como inversores que como gerentes. Básicamente, tienen confianza en sus propias habilidades analíticas y, en las raras ocasiones en que ven discrepancias convincentes entre el valor y el precio, están preparados para actuar con audacia.