Este libro se propone explicar, en términos que cualquier inversor pueda entender, qué sucede dentro del cerebro cuando tomamos decisiones sobre el dinero. Para hacer el mejor uso de cualquier herramienta o máquina, es útil saber cómo funciona; así, nunca maximizaremos nuestra riqueza a menos que podamos optimizar nuestra mente. Nuestro cerebro inversor a menudo nos impulsa a hacer cosas que no tienen un sentido lógico, pero que tienen un perfecto sentido emocional. Esto no nos hace irracionales; nos hace humanos. Al permitirnos comprender nuestro cerebro inversor mejor que nunca, este libro debería ayudarnos a: establecer objetivos realistas y alcanzables; obtener mayores rendimientos; ser un inversor más tranquilo y paciente; desconectar del ruido del mercado; medir los límites de nuestra propia experiencia; minimizar el número y la gravedad de nuestros errores; dejar de fustigarnos cuando cometemos errores; y centrarnos solo en lo que podamos controlar.