Descripción
Para tener éxito, lo primero que el inversor debe comprender es la paradoja de la inversión: se trata de una disciplina sencilla, pero no fácil.
Si invertimos en acciones que después de una exhaustiva valoración parecen baratas, ligadas a empresas con negocios esencialmente sólidos y con margen de mejora, es fundamental tener paciencia con el recorrido de estos títulos en el mercado.
Sin embargo, tener paciencia es complicado; de hecho, el significado original del término está ligado al concepto de sufrimiento. Cuando las cosas se complican, los menos fuertes se retiran justo antes de que suceda lo que estaban esperando. Una inversión a largo plazo, la única inversión inteligente, implica adoptar un horizonte temporal de un mínimo de diez años. Es sencillo de entender, pero no es fácil hacerlo.